Los tamberos reclaman «reglas de juego claras» para ganar competitividad

Los productores plantean la creación de un mercado institucionalizado como tienen los granos o la carne, para poder fijar precios de referencia de la leche que le venden a la industria.
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Analizar a la lechería con la foto de las últimas cifras oficiales sería caer en la ilusión de que la actividad viene en franca mejoría. Sin embargo, si se observa toda la película, el tambero se encuentra hoy en una situación similar a la crisis que vivió entre el último trimestre de 2015 y la primera mitad de 2016.
Así se desprende de las conclusiones del economista del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, Nicolás Torre, quien sostiene que los $ 25,59 por litro de la integración láctea en el mercado interno en agosto de este año «representan una baja en términos reales del (-11,2%), lo que la posiciona en valores similares a los de la Crisis 2015/16, en una cadena que actualmente coloca el 83-87% de su producción» fronteras adentro.
Para arribar a este análisis, Torre consideró las cifras del Tablero de Comando Sectorial de Lechería para el mes de setiembre que confecciona la Secretaría de Estado de Agroindustria. Según el panel del Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA), el precio promedio pagado al productor es de $ 7,41 por litro de leche fluida, con una variación intermensual del 4% y una diferencia interanual del 32%, con un valor en los extremos de $ 7,00 para el caso de Salta y $ 7,52 para los tamberos de Santa Fe.
De acuerdo al IERAL, en el octavo mes del año la participación del tambero en el precio de la leche en góndola fue del 29%, número al que se arriba a través del índice que mide la porción que ocupa la leche cruda en el valor de mercado de los lácteos. Para Torre, fue el mejor agosto desde 2014 cuando el nivel alcanzó el 32,1%. Además, está un punto por encima del promedio de los últimos 12 años (2006-2017).
No obstante, el economista de la Fundación Mediterránea destaca que esta recuperación «obedece a mejores precios pagados desde la exportación frente a una Integración Láctea a Mercado Interno que apenas subió 18,5% de un año a otro (tomando como referencia los precios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), con una industria mercado internista con mucha dificultad para acompañar la suba».
Historia repetida
Ante este panorama, los cuestionamientos se repiten: los productores vuelven a reclamar mejores precios a la industria porque los valores que reciben por la leche que sale de sus tambos alcanza apenas a cubrir los costos, en un escenario de insumos dolarizados e ingresos pesificados, y a cuenta. Pero, ¿cómo romper esta inercia en la que representa la tercera cadena agroalimentaria a nivel nacional? ¿De qué manera los productores pueden ganar competitividad? Para algunos, la respuesta está en la creación de un mercado institucionalizado.
El tema se debatió esta semana en la Jornada Nacional del Agro (JONAGRO), evento organizado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), durante el bloque «Asimetría entre el sector industrial y primario» del que participó el integrante de la Comisión de Lechería de la entidad, Eduardo García Maritano. Para el ruralista, «hoy la actividad es un potrero y necesitamos que se convierta en un negocio que genere renta, que sea viable, para que los tamberos alcancen el bienestar y el arraigo en las zonas donde se produce».
En diálogo con Infobae, el dirigente advirtió que «no se puede competir sin reglas de juego comerciales, y tampoco si no se cumplen las que están vigentes. Por eso necesitamos un mercado institucionalizado» y agregó: «Los productores estamos demasiado tiempo atrás de la tranquera y nos olvidamos que esa leche lograda con tanto esfuerzo e inversión de capital hay que cobrarlo, porque entonces no se termina de cerrar el ciclo productivo». Para García Maritano, la falta de institucionalización de la lechería es «autodestructiva» para el sector. Vaticinó además que, de no lograrse «vamos a la concentración inevitable».
El representante de CRA explicó que «los precios de referencia de un producto se logran sobre bienes transables definidos por una serie de características. A pesar de que esos valores no son obligatorios ni vinculantes, son suficientemente importantes porque ayudan a fijar la transacción entre las partes. Nadie vende un quintal de soja o un novillo sin mirar las pizarras de Rosario o de Liniers», dijo.
Calidad y precio
Sobre este punto también se expresó el director de la Maestría de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), Sebastián Senesi. Consultado por Infobae, concluyó que «hay dependencia del productor hacia la industria, porque hay una relación de poder debido a la ausencia de un mercado institucionalizado; no está definido el producto y como consecuencia no hay una calidad determinada, sino que la define el comprador, y por lo tanto no hay arbitraje».
El especialista de la FAUBA destacó que «hay un poder de negociación de la industria sobre el productor basado en lo perecedera que es la leche, lo que lo obliga a entregarla de manera rápida. Desde el punto de vista legal, esa transacción debería estar incluida dentro del Código Civil como un suministro y no como una compra-venta».
Al respecto, García Maritano insistió en la necesidad de disponer de sistemas arbitrales, «no sólo de las condiciones pactadas sino también de los atributos que definen el precio del producto. No puede ser que la única certeza sobre el análisis de la leche que se vende sea la de la industria», se quejó.
«No se realizan contratos de compra-venta, sino de suministro. El productor se ve obligado a entregar la leche todos los días. Si queremos tener una mejor coordinación entre industria y producción tendríamos que ir a sistemas de transacción mejorados para que no existan arbitrariedades a la hora de fijar precios de comercialización», sostuvo el hombre de CRA quien enfatizó: «No podemos armar un verdadero mercado si no sabemos lo que se compra y lo que se vende. No se puede seguir comercializando sin un estándar de la lechería. Es necesario tener precios de referencia que marquen el pulso de oferta y demanda».
Querer es Poder
Además de García Maritano y Senesi, también participó de la discusión Diego Petrecolla, asesor especialista de la consultora GPR Economía quien afirmó que «existe cierto grado de poder de mercado de parte de la industria y la distribución. Ambos se pueden defender de los efectos de la inflación y mantener sus márgenes en términos reales. Esta asimetría de mercado hace que los más débiles de la cadena y los que menos participación tienen de los eslabones sean los productores». Como Torre de IERAL, el economista recordó que el peor período se dio entre mediados de 2015 y la primera mitad de 2016.
El encargado de Lechería de CRA estimó que «si el mercado fuera transparente, la ganancia sería el logro de la estrategia productiva de cada tambero. Quienes aseguran que el precio de la leche surge de calcular el costo de producción más el margen de rentabilidad, están equivocados, porque no todos producimos con el mismo esquema. Somos el sector agropecuario tomador de precio, lo que no quiere decir que seamos aceptantes de fijación de precios. Si ese número es el resultado de posiciones abusivas, hay destrucción de valor», se lamentó.
Más allá de las quejas, García Maritano propuso «coordinar acciones entre las entidades y fortalecerlas. Hay que unir la oferta para una demanda que es concentrada. Hay que exigirle al Estado el cumplimento de las normas vigentes. No se le pide al Gobierno que solucione el problema de rentabilidad entre privados, sino que garantice que las relaciones entre las partes sean equitativas. El cumplimiento de las leyes no es optativo, es un mandato constitucional», aseguró.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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