«Aquí nadie quiere confrontar». «Todos estamos tratando de encontrar soluciones», dijo en respuesta al ministro Buryaile, quien dijo que «quizás el gobierno de Santa Fe se sienta más cómodo con el kirchnerismo».
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, le bajó el tono a la discusión con el gobierno por el momento que atraviesa la empresa Sancor y los dichos del ministro de Producción de la Nación, Ricardo Buryaile, quien sostuvo que «quizás el gobierno de Santa Fe se sienta más cómodo con el kirchnerismo».
Lifschitz aclaró que ambas partes tienen «un buen diálogo», y sostuvo que «nadie quiere confrontar» sino que gobernantes y funcionarios deben «encontrar soluciones para no perder puestos de trabajo».
«No sé a qué se quiso referir Ricardo. La verdad es que tenemos un buen diálogo con él», sostuvo el mandatario provincial, y añadió que «el tema es ver cómo damos respuestas concretas a los problemas».
Manifestó en LT10 que «aquí nadie quiere confrontar, simplemente estamos todos preocupados, con mucha presión porque cada reunión de productores, cada reunión con sectores empresarios, con sectores comerciales, uno se carga con mucha demanda, muchas angustias, muchas necesidades y, lógicamente, todos estamos tratando de encontrar soluciones, caminos alternativos para no perder puestos de trabajo».
Lifschitz dijo que su gestión está trabajando «para tratar de que todas las empresas, la más grande como Sancor pero también la más pequeñita, de dos, tres o cuatro empleados, no se nos caigan en el camino».
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