Pablo Martelli, productor de la zona de San Francisco, tiene en sus planes una sala de ordeño nueva, pero los márgenes no le permiten construirla.
Con tradición lechera, 42 años, y un tambo mediano en la zona de La Herradura, cercana a San Francisco (cinco mil a seis mil litros diarios), Pablo Martelli es uno de los “sobrevivientes” de las recurrentes crisis de rentabilidad en la lechería.
La más dura, recuerda, fue la del año 2000, cuando el costo era de 12 centavos por litro de leche, se cobraban 10 centavos, pero por la producción “excedente” (por encima de la entregada en el ciclo anterior) sólo se percibían 6 centavos por litro.
“Hoy tengo una productividad muy buena (litros por vaca y kilos de grasa por hectárea), pero los ingresos día a día se nos van achicando. No podemos invertir, la actividad del tambo es muy dinámica y necesitamos reinversiones para seguir evolucionando. Vemos que se están cortando las posibilidades de invertir y crecer”, explicó a La Voz del Interior.
La foto de hoy muestra valores de los insumos ajustándose (combustibles, energía, productos veterinarios, confección de reservas), mientras los precios al productor se han mantenido, y hasta bajado en los últimos meses.
–¿En su caso, cuál sería el destino de las nuevas inversiones?
–La idea siempre es ir creciendo y haciendo más litros de leche, pero hoy la estructura de mi tambo está bastante al límite; debiera hacer una sala de ordeño nueva, son cosas que se van postergando año tras año y hay gente que está dejando los tambos por falta de rentabilidad, responde.
“En el sector lechero siempre tuvimos problemas de rentabilidad, ha sido siempre demasiado manoseado, no hay un apoyo tan explícito para un sector que da empleo y mueve tanto las economías regionales. Hoy, hay una diferencia muy importante entre lo que percibe el productor y lo que terminan pagando los consumidores por el litro de leche”, opinó.
Según Martelli, ante un ajuste de precios, el productor primario es uno de los más perjudicados y, en consecuencia, no se pueden proyectar nuevas inversiones. “Uno quiere evolucionar, generar más fuentes de trabajo, pero no están dadas las condiciones”, añadió.
http://www.lavoz.com.ar
