Preocupación por el abastecimiento de lácteos. Por Martín Bidegaray
El Gobierno advirtió a las empresas que no admitirá faltantes en las góndolas. Los consideran un producto clave.
“No quiero ver la foto de la góndola vacía”, le dijo el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, a supermercados y proveedores, en plena negociación por los “precios cuidados”. Se lo machacó a ejecutivos de varios sectores, pero se los recalcó a los de una industria en particular: los lácteos.
En el Gobierno monitorean el cumplimiento de todos los precios acordados con los súper, pero hay algunos que les generan más preocupación que otros. “Puede faltar polenta, arroz, puré de tomates y otros alimentos básicos y no pasa nada. Ahora, falta un sachet de leche y hay un llamado de los supermercados al Gobierno de inmediato”, explicó una persona del sector a Clarín, que pidió no ser identificada. “Hay una obsesión con la foto. No quieren que salga la foto de faltante de sachets de leche en los diarios”, añadió la misma persona.
El litro de leche, en sachet, está entre $ 6,90 a $ 7,20. Hasta ahora, se consigue en la mayoría de los súper. “El Gobierno cree que buena parte de la percepción de la gente sobre los precios ‘cuidados’ está en la leche. Suponen que si los consumidores encuentran productos lácteos, la sensación generalizada es que el acuerdo funciona”, indicaron en el sector lácteo.
Otro de los productos donde el Gobierno no quiere ver fotos de faltantes es en azúcar. De esa forma, aunque no lo dicen, quieren diferenciarse de las ausencias en los acuerdos tejidos por Guillermo Moreno durante el verano pasado.
Los lácteos, como otros productos frescos –frutas, verduras, cortes de carne– tendrán revisiones mensuales de precios, mientras que el resto de la canasta tendrá permitido hacer ajustes trimestrales.
Costa les indicó a los súper que le hagan saber a sus clientes si existen faltantes por problemas del proveedor, en especial si es lácteo. El lunes, en una sucursal de una cadena líder, faltaba la crema de Milkaut y había un cartel que expresaba “el producto se encuentra como faltante por falta de entrega del proveedor, problema ajeno a la empresa”. También faltaba un dulce de leche (Ilolay) y un queso rallado (La Serenísima), pero no habían sido “escrachados”. “La crema está en la misma heladera que la leche, por eso la atención especial”, explicaron los que saben que están siendo observados. El dulce de leche y el queso rallado suelen estar en otras góndolas, de menor exposición.
El Gobierno quedó enojado con las lácteas cuando cayó el acuerdo de precios anterior, ya que hubo remarcaciones a través de lanzamientos de nuevos productos, como leches reforzadas con vitaminas y/o hierro.
Fuente: Clarin
