Las industrias vienen aumentando los valores a los tamberos y se alejan eventuales conflictos para el ministro.
Cuando comenzó su gestión en diciembre del año pasado, el primer problema que heredó del gobierno de Cristina y que tuvo que afrontar el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, fue la interminable y feroz crisis del sector lechero.
Los productores, hartos de las mentiras y promesas incumplidas de los funcionarios kirchneristas, le cayeron con todo al ministro y sus funcionarios llegando incluso a reclamar la renuncia del subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino.
El primer semestre fue durísimo. Los tamberos vieron cómo los precios que recibían por parte de la industria (entre $ 2,80 y $ 3,20 por litro) caían mes a mes, sumado a la inflación y a las inundaciones de marzo/abril que provocaron enormes pérdidas.
En el medio, el Gobierno nacional implementó algunas medidas paleatorias que se asemejaron bastante a los métodos que utilizaron Guillermo Moreno y Axel Kicillof como un sistema de compensaciones a los primeros 3 mil litros de producción de leche.
Es que, si bien no lo decían públicamente, la real apuesta de la Casa Rosada consistía en que se produzca la tan ansiada recuperación de los precios de exportación de la leche en polvo de manera tal que las industrias puedan mejorar su poder de compra.
Y esto, por fortuna para el Gobierno y el sector, finalmente llegó. Ya en los últimos tres meses empezaron advertirse subas en los precios que declaran las empresas exportadoras localizadas en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
En octubre pasado, por ejemplo, se exportó un total de 7267 toneladas de leche en polvo a un valor promedio de u$s 2932 por tonelada contra las 10.378 toneladas a u$s 2604 por tonelada en septiembre de este año, según datos publicados por valorsoja.com.
El dato es que el 10% del total exportado el mes pasado se declaró a un precio que se ubicó en torno a los u$s 3500 por tonelada, mientras que el 21% de lo enviado al exterior se concretó a valores en torno a los u$s 3200 por tonelada.
Además, una buena noticia para la industria láctea es que en los últimos meses empezaron a aparecer compradores no tradicionales extra-Mercosur tales como Rusia y Argelia, lo que hace cortar la dependencia de Brasil y Venezuela principalmente.
De esta manera, de junio a octubre se evidenció en el mercado local cómo los precios pagados a los tamberos mostraron una recomposición importante, aunque aún no alcanzan a los valores que pretenden los productores para crecer en la actividad.
El Ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe informó que en lo que va del año el precio mínimo se registró en el mes de febrero ($ 2,49 por litro), mientras que en junio subió a $ 4,19 y en septiembre a $ 4,45.
En tanto, se espera que en los próximos días el gobierno santafesino publique los precios pagados en octubre que, según adelantan, alcanzarían, en algunos casos y siempre hablando de leche de calidad estándar, los $ 5 por litro.
Para trazar un paralelismo de precios, en Uruguay los tamberos reciben actualmente 0,31 centavos de dólar por litro de leche (el valor más alto del año), mientras que en la Argentina se ubicará prácticamente al mismo nivel con un dólar a $ 15,35.
En términos políticos, el aumento que vienen recibiendo los tamberos en el segundo semestre le dio un respiro a Buryaile dado que alejó posibilidades de eventuales conflictos en función de sus aspiraciones electorales para 2017.
http://www.lapoliticaonline.com/nota/101269-la-suba-de-precios-internacionales-de-la-leche-le-da-respiro-a-buryaile/#galleryzoomv77512v20
