“Los lecheros están pasando por una situación muy complicada.
Argentina produce 10 millones de litros de leche y consume ocho mil. La exportación ha estado absolutamente sesionada por la famosa política que tuvo el Kirchnerismo y por la pérdida de competitividad. Esto genera que las empresas no puedan desarrollarse”, explicó el ingeniero Dardo Chieza, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas.
El Gobierno Nacional dará un subsidio para 3000 litros de aquí al mes de marzo.
El sector ha sido muy castigado en los últimos años y necesita salir rápidamente de esta situación, ya que los números están muy lejanos a la rentabilidad.
Y más tarde agregó: “el desafío es exportar ese stock y ver de qué manera la industria se empieza a recomponer. También tratar de aumentar el consumo interno, pero estas son políticas de largo plazo, por eso, el Gobierno sale con este subsidio de 0,40 centavos a los primeros 3 mil litros de leche.
Esto no es una solución, sino una manera de ver si en estos tres meses se puede empezar a destrabar el mercado. Hay que considerar que un productor hoy está recibiendo un peso menos por litro de lo que recibía en marzo, con una inflación del 30%, un poder adquisitivo caído y los insumos en alza. Por tal motivo, creo que el sector lechero es el más difícil de recomponer”, indicó.
Además la cantidad de tambos que desaparecieron es algo que es muy difícil de recomponer, más aun con los valores de la hacienda. Siempre queda un gris entre la diferencia abismal que existe entre el precio que se le paga al productor y el precio de la góndola. ¿Esto se habló con el Gobierno?
-Sí, también se habló de la eficiencia que debe tener la industria. Históricamente la composición del precio de la leche en el producto final era de aproximadamente el 26 y el 28% y hoy no llega a ser el 10%.
Esto es un común denominador que se ha dado prácticamente en todos los productos. El modelo kirchnerista siempre trató de concentrar a través de los grandes operadores y a su vez, tener pocos operadores. Esto le dio una libertad que no tuvo el sector productivo y mucha parte de la industria tampoco a la hora de poner los precios.
Hay que estudiar de qué manera se puede cambiar la ecuación porque cada vez que llegamos a producir un 10 o 15% más de consumo interno, históricamente la leche en
Argentina entra en una crisis terminal.
Hay que cambiar los paradigmas y la manera de ver el negocio.
¿Es posible que en el mediano plazo haya un sistema de tipificación de carnes en Argentina?
-Sí, es posible que lleguemos a una comercialización por cortes y a una comercialización por marcas. El problema es unificar el estatus sanitario.
Tenemos un estatus sanitario provincial, un estatus de contabilidad creativa con faena clandestina y tenemos, también, el estatus federal que nos da la posibilidad de exportar.
Mientras convivan estos tres sistemas es muy difícil avanzar porque la competencia es absolutamente desleal hacia la economía informal.
Es posible avanzar pero se tocan intereses políticos muy importantes que tienen que ver más con la relación de los políticos con los punteros que la relación que tiene la industria con los productores.
Es un tema que hemos avanzado muy bien desde el IPCVA y hay una ley de estatus sanitario que espero se pueda llevar adelante.
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