La industria láctea alemana (la primera de Europa) produjo 32 millones de toneladas de leche en 2014 a través de 73.300 productores; y los precios de los lácteos han caído más de 50% en los últimos 3 años (pasaron de € 0,41 por kilo en 2013 a € 0,24 hoy), provocando la virtual falencia de la cadena primaria.
El cálculo del organismo europeo especializado (EMB) es que los precios de la industria alemana ascendieron a € 0,28 en enero de 2016, mientras que sus costos de producción alcanzaron a € 0,44.
Toda la producción agroalimentaria europea es intensamente subsidiada. Por eso, EMB estima que la actividad láctea regional ha producido en los últimos 3 años 13 millones de toneladas por encima de lo efectivamente consumido. De ahí que, al caer la demanda en Europa por el estancamiento / recesión de los últimos 7 años, los precios se han derrumbado.
El gobierno alemán ha decidido ahora otorgar una “ayuda de emergencia” de más de € 100 millones a los productores lácteos, para enfrentar una situación que estima de “virtual colapso”.
El riesgo es que esta “ayuda de emergencia” aliente a producir todavía más, lo que implicaría llevar los actuales 13 millones de toneladas de sobreproducción a 15 / 20 millones en 3 / 4 años.
La Política Agrícola Común (PAC) de Europa es una densa red de subsidios que mantiene en pie una estructura ficticia desde el punto de vista productivo, sobre todo en Francia, que es el epicentro del sistema.
Europa es hoy el mayor productor mundial de leche, con una producción que superó 140.000 millones de litros en 2014, y en la que los dos principales productores – Alemania y Francia – son responsables de más de 40% de la oferta total. A este ritmo de producción subsidiada, Europa produciría 23.200 millones de litros en 4 años.
Alemania es la cuarta economía del mundo y posee el mayor superávit de cuenta corriente del planeta en relación a la población y el producto (8% del PBI / U$S 320.000 millones), debido a la superior productividad de su industria manufacturera, sobre todo en bienes de equipo y capital de alta tecnología.
El superávit de cuenta corriente ha aumentado 5 puntos desde 2003, y más de 70% proviene del intercambio por fuera de Europa (Asía / China en primer lugar), lo que indica porqué la competitividad alemana en términos industriales es la primera del mundo.
Este no es el caso – notoriamente – de su industria láctea, cuya productividad es la mitad o menos que la de los “farmers” del Medio Oeste norteamericano. La única razón por la que la industria láctea alemana sigue en pie es porque se sustenta en la PAC; y lo mismo sucede con toda la producción agroalimentaria europea.
Europa – lo demuestra la crisis del sector lácteo – sigue orientada hacia el pasado. Esta es la razón por la que el futuro se despliega cada vez más fuera de sus fronteras, fundamentalmente en Asia-Pacífico.
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