En los primeros meses de este año retrocedió de manera significativa el humor de las pequeñas y medianas empresas. La percepción sobre el nivel de actividad es menos optimista que la registrada durante todo 2011, aunque todavía es más positiva que la de la crisis de 2008-2009. Un 76% destacó que no es buen momento para invertir
La pérdida de confianza se debe principalmente a que empeoró la percepción de las condiciones actuales respecto a un año atrás. Se ubicó en 38,2 puntos, en contraste con 49,1 puntos de abril de 2011.
Aunque en menor medida, también se tornaron menos positivas las expectativas futuras de la actividad económica.
Así surge del relevamiento de la Fundación Observatorio Pyme, tras detectar que los empresarios se manifiestan menos optimistas tanto en cuanto a la situación general de la propia empresa, como de su sector de actividad de pertenencia, y, principalmente, de las condiciones macroeconómicas a nivel nacional –en lo que históricamente el nivel de confianza es menor-.
«La desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad industrial -tanto de las Pyme como del total de la industria manufacturera a nivel nacional- afecta negativamente las decisiones de inversión de los empresarios», resalta el informe.
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