El dirigente rural se mostró “muy pesimista” por el futuro de la actividad, agravada por la convergencia de distintos factores que profundizan la crisis: “Es un sector que venía muy para atrás y a eso se sumó la sequía, la devaluación, que hizo explotar los precios de los insumos, la industria que sigue haciendo su juego de aumentar muy de a poquito, y la falta total de políticas públicas”, explicó.
“Hoy tenemos una actividad en decrecimiento; han cerrado muchos tambos”, lamentó el dirigente, y vislumbró una “lechería sin productores”, en la que las industrias se abastezcan con su propia producción. Según estimaciones, en esta zona quedarían en pie unos 70 tambos, la mitad de los que existían hace una década. Estos datos vienen a convalidar las recientes informaciones que calculan en más de 1000 las unidades que cerraron en los últimos dos años y medio. “Se ha caído el relato de Sammartino”, fustigó Bolatti.
Respecto del valor por litro, el productor comentó que “hoy la industria no sale a buscar leche, sino que regula la demanda a través de los precios”. Y aclaró: “Lo que en góndola se paga a 30 pesos, para el productor apenas se movió a 6.10 o 6.20. Los que son exportadores podrían cómodamente pagar hasta 7 pesos por litro. Lo que está ocurriendo es una situación de oligopolio por parte de las industrias”.
La provisión de leche, como un contrato de suministro
Bolatti comentó que las entidades tamberas han elevado un dictamen emanado desde el Instituto de Derecho Agrario dependiente del Colegio de Abogados de Rosario que determina que la relación entre quien produce la materia prima y la industria láctea debería ser considerado bajo las condiciones de un contrato de suministro, similar al de cualquier otro servicio. Según explicó, a diferencia de un convenio de compra venta donde el precio está “determinado”, en este caso, lo que se debe pagar es “determinable” según varíen distintos parámetros. “No se fija unilateralmente, sino por acuerdo entre las partes”, recalcó Bolatti.
De esta manera, el productor podría verse beneficiado ante un aumento del valor internacional, compartiendo con la industria estas mejoras. Sin embargo, esta idea tampoco fue atendida por los organismos oficiales: “Han desvirtuado totalmente esta propuesta, parece que el lobby de la industria es muy grande”, cuestionó el dirigente.
La consignataria de leche provincial, una herramienta válida
En otro orden, el titular de la entidad agropecuaria valoró la experiencia que está desarrollando la provincia de Santa Fe con la creación de una consignataria de leche. “Nosotros participamos activamente de este proyecto, actualmente se están comercializando unos 600 mil litros diarios. Aunque hay sectores industriales que no tienen mucho interés de que esto siga en marcha, nosotros consideramos que es una herramienta válida para que el productor pueda comercializar su producción de manera más conveniente”.
El impacto de la sequía
Por otro lado, Bolatti repasó la situación de otros sectores de la producción primaria, duramente afectados por la última sequía. Al respecto, manifestó que la merma en los rindes en los lotes de soja fue muy significativa, alcanzando índices que van desde el 50 al 80 %. “Hay lotes que ni se cosecharon”, indicó.
En el caso del maíz, el panorama fue igual de dramático, haciendo que los productores mayoritariamente opten por su ensilado. “Un rinde promedio que está entre 8 y 10 metros, apenas llegó a los 4 por hectárea”, indicó.
“Se nota mucho el impacto económico en toda la región”, se lamentó el dirigente, aunque se mostró esperanzado por la recuperación de la actividad agrícola con la futura campaña fina: “Después de las lluvias, se recompuso bien el perfil del suelo, por lo que se está sembrando trigo con mucha expectativa”, adelantó y confió en poder aprovechar el buen precio que tiene este producto para poder tomar oxígeno y cumplir las obligaciones que vendrán en los próximos meses.
Respecto de la posibilidad de que el Gobierno Nacional determine congelar la rebaja gradual de las retenciones para la soja, Bolatti expresó su posición personal: “Creo que el productor podría hacer un esfuerzo y darle una mano al gobierno si quiere frenar en 26.5 las retenciones a la soja; pero sería un gran error gravar otros productos como el trigo o el maíz”, sentenció.
La ganadería, afianzada
En contraposición con la lechería, Bolatti desatacó la buena dinámica oficial que se implementó para desarrollar la ganadería. “Es la actividad que mejor se perfila, especialmente porque se han logrado abrir nuevos mercados, como es un sector de China”. Según explicó, para el país oriental se destina un tipo de carne con hueso, que no está incluida en la habitual “Cuota Hilton”, lo que abre una nueva oportunidad de negocios para los productores.
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Fuente: Pido la Palabra
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