“¿Sigue la realidad horrible de cerrar más de un tambo por día en Argentina?”, preguntó Eduardo Serenellini.
“Siempre fue un negocio muy complicado, lo que ha pasado en los últimos años nos saca totalmente de juego”, respondió Draletti e informó que “el tema climático fue terrible y, encima, una industria que no ha parado y en la cual el Estado jamás ha hecho una mesa para discutir los valores”.
“Los funcionarios se esconden detrás del escritorio”, exclamó el referente del sector tambero y destacó que “tenemos que generar competencia en serio y acá hay que intervenir lo necesario, nada más que eso, pero cuando hay situaciones muy puntuales donde no existe competencia ni transparencia la lechería cae en un desbarajuste”.
Frente a esto, Guillermo Draletti sentenció: “todo está dolarizado y nosotros vendemos en pesos y a plazo”