Planteó que en nuestro país se debe decidir qué hacer de cara al futuro. Y manifestó que hasta el momento, lamentablemente, las decisiones no se toman.
El productor local Gastón Guibelalde se refirió a la situación que atraviesa la lechería a nivel nacional, a la vez que analizó la realidad del sector en el marco del contexto internacional.
“En el país, también en el mundo, la escala mínima se va haciendo cada vez más alta. Eso tiene, si se quiere, algunos fundamentos tecnológicos. Cada vez el tamaño mínimo de los tambos va aumentando, eso es una tendencia general. A eso se le agregan otros factores”, explicó en principio el productor.
“Particularmente en Argentina la lechería está en una situación de incertidumbre. El país tiene un gran potencial para crecer, sin embargo está en una situación indefinida. Hay que ver si se va a volcar a ser un país exportador, como un productor mundial, o se va a mantener como un productor de leche para el mercado interno que exporta sólo excedentes”, definió.
Seguidamente, Guibelalde hizo saber que “pasar de una situación a otra implica una serie de decisiones que lamentablemente no pareciera que se toman. Esa es un poco la situación estructural del mercado argentino. Está ahí, le sobra algo para exportar pero no es estructuralmente un exportador, un jugador de peso todavía en el mundo. Para eso hacen falta tomar iniciativas que, aparentemente, no se toman”.
Y ahondó: “Cada vez que sobra un litro de leche los precios se derrumban porque para el mercado interno sobra. Cada vez que falta un litro de leche los precios internos se van a las nubes porque no estamos insertos en el mercado mundial. Estamos ante una volatilidad interna del precio muy grande”.
Larga data
“Este Gobierno, desde la época de Lavagna (ex ministro de Economía), que fue el inventor de las retenciones móviles, hace que cada vez que hay variación de precios haya movimientos. El problema para el productor argentino es que cuando el precio sube hay retención, y cuando el precio baja nos tenemos que acomodar al precio internacional. No hay ningún colchón de ningún tipo, por decirlo de alguna manera. No hay situaciones compensadas desde esa época”, recordó.
“No sé puntualmente de casos recientes de cierres de tambos, pero hay una tendencia general que se alimenta de la incertidumbre de precios. Cada mil litros de leche que se pierden, se pierden tres puestos de trabajo en la cadena: uno en el campo, uno en la industria y uno en el comercio”, completó Guibelalde.
