Indicó que según las informaciones que se manejan una vez que se avance en la estabilización de la empresa se produciría el acuerdo. Además, remarcó que desde la ciudad se instauró un «plan de contingencia» para amortiguar el impacto social.
La situación de SanCor Cooperativas Unidas Limitada ha generado demasiados cimbronazos en la estructura social de nuestra región prácticamente durante la última década. De aquellos dudosos «salvatajes» kircheristas a esta realidad de achicamiento para hacer de la empresa algo atractivo ante inversores extranjeros, en el medio siempre ha estado la gente. Los propios y extraños, quienes directa o indirectamente han dependido o han tenido alguna vinculación económica o laboral con una firma enmarcada como la gran batalla ganada del cooperativismo.
Más allá de consideraciones históricas y evaluaciones hay una situación actual, real, tangible de la que hay que hacerse cargo y en esa dirección se ha colocado la comunidad sunchalense. En ese contexto dialogamos con Gonzalo Toselli, el intendente de la ciudad, quien reconoció que «para nosotros la situación de SanCor y lo que se ha venido dando en los últimos años ha sido muy importante en cuanto a lo que cotidianamente acá se habla, se percibe. Con la comunidad en su conjunto, con las instituciones hemos primero diseñado y puesto en funciones un plan de contingencia que tiene muchos componentes. Entre ellos también buscar distintas alternativas para generar distintos emprendimientos o empleos. En su momento lo que hicimos fue elaborar un plan de negocios sustentables que pusimos a disposición del Consejo de Administración hace un tiempo largo. En los últimos días estuvimos permanentemente en contacto con el Consejo de Administración, estando siempre a disposición, tratando de colaborar y de obtener información necesaria para saber de qué manera nosotros desde el Estado local, con el acompañamiento del Gobierno de la Provincia siempre, podemos estar sosteniendo las distintas consecuencias que pudieran darse».
-¿Cuáles son las últimas novedades a las que pudieron arribar?
-Hasta acá tenemos información que lo planificado últimamente, que tiene que ver con tratar de cerrar acuerdos con todos los acreedores, acuerdos extrajudiciales para dejar una situación más o menos previsible. Eso viene bien, es un mes clave para después avanzar en las negociaciones con un nuevo inversor con quien se constituiría una nueva sociedad. Ese es el proceso, es parte del plan SanCor que según nos informan viene avanzando relativamente bien.
-Todos los rumores apuntan hacia Fonterra, ¿su desembarco será finalmente cuando la situación negativa sea mucho más manejable?
-Yo no lo puedo afirmar porque de hecho no tengo la confirmación precisa. Pero es la información que todos manejamos. Si no es Fonterra es alguna empresa similar, muy importante y cooperativa también. Ese sería el caso, según lo que nosotros interpretamos, y que llevó adelante todo un proceso como para estabilizar un poco la situación de la empresa para que facilite un acuerdo.
-Por la aceptación de retiros voluntarios muchos empleados ya no pertenecen a la firma. ¿Tienen alguna medición respecto a la situación en Sunchales?
-Nosotros estamos tratando de tener información precisa, pero se ha dado de manera tan paulatina, se han retirado voluntariamente distintos trabajadores, fundamentalmente los que más antigüedad tienen. Afortunadamente se han ido reubicando. Pusimos en marcha ese plan de contingencia y a partir de ahí hemos abierto un programa nuevo, que tiene que ver con nuevas iniciativas productivas y que se complementa con el programa de Impulso al Desarrollo Productivo local. Desde ahí acompañamos todo lo que sean emprendimientos, algunos proyectos unipersonales, pero también se pudo acompañar a proyectos que incorporan un alto grado de innovación y con perspectivas de crecimiento. Se vio un impacto también en el comercio, pero es difícil diferenciarlo de la realidad económica del país en general. Interpretamos que la ciudad no ha tenido afortunadamente graves consecuencias a partir de la situación de SanCor. La hemos podido controlar, contener y esperamos que no tengamos otras consecuencias no deseadas de aquí adelante.
-¿Cuál es la perspectiva respecto de la asociación de SanCor con el inversor extranjero?
-En caso de cerrarse el acuerdo al que hacíamos referencia, son muy buenas. Según se nos informa a nosotros se piensa duplicar la producción de manera inmediata, para luego prolongarla en tres años. La planta industrial de Sunchales jugaría un papel muy importante en la nueva sociedad que estaría administrando SanCor.
-Si bien siempre se trata de un privado, pero entendiendo la gravitación de SanCor en el entramado social de Sunchales y la región y teniendo en cuenta sus vaivenes, ¿se plantean la necesidad de involucrarse o ejercer algún tipo de control sobre la empresa?
-Es muy preciso y correcto el análisis. Si bien es una empresa privada, está muy metida en nuestra identidad, en nuestra vida cotidiana. Es por eso que nosotros nos atrevimos a involucrarnos un poco más de lo que se debería hacer si uno tiene en cuenta que no deja de ser una empresa privada. Por eso es que nosotros hemos diseñado ese plan de contingencia pero también el plan de negocios. Nos tomamos el atrevimiento de pedir ayuda externa y junto a nuestro equipo elaboramos un plan sustentable para que estos hombres del Consejo de Administración que tienen que tomar decisiones tan importantes tuvieran una alternativa más. Por eso es que los molesto casi cotidianamente tanto a la Gerencia como al Consejo. Nos ponemos a disposición y hemos estado involucrados en negociaciones también con algunos acreedores. Realmente consideramos que tenemos la autoridad los sunchalenses de meternos un poco más de lo que se puede pensar que pudiera corresponder por tratarse de una empresa privada. Se trata de nuestra madre cooperativa, la que ha contribuido mucho a nuestra identidad, somos la capital del cooperativismo y nuestro perfil e idiosincrasia tiene mucho que ver con el apego al trabajo y la solidaridad. Todo eso hace que nosotros nos sentimos con la autoridad de involucrarnos y eso estamos haciendo. Afortunadamente el Consejo de Administración no lo toma mal, sino que lo recibe bien y podemos tener buen diálogo e interactuar. Seguimos así, metiéndonos, porque sentimos que nos corresponde.
El acuerdo preventivo extrajudicial, sobre rieles
Según datos que publica el portal Pido la Palabra de Sunchales el 70% de los acreedores contactados manifestaron su conformidad de aceptar el acuerdo preventivo extrajudicial. De esta manera se cubriría el piso obligatorio de los dos tercios del capital total adeudado para los casos de proveedores quirografarios, es decir, aquellos que no tiene una garantía real exigible.
El acuerdo contempla el pago total de las deudas inferiores a los $ 150.000, pero se aplicaría una quita del 40% al remanente de ese monto si la acreencia fuese mayor, sin intereses ni actualizaciones.
Quedaría por resolver con otra de las exigencias del inversor: intentar recuperar la línea de frescos que hace poco más de un año le fuera vendida al Grupo Vicentín y que Fonterra considera primordial para hacer pie en nuestro país.
