Aclaraciones sobre las cifras brindadas por la UNL
A pesar de las 500 unidades productivas aludidas desde 2013 que quedaron sin actividad y fueron reinterpretadas por algunos medios, Eduardo Baravalle aclaró a este Diario que la crisis de arrastre y el fenómeno climático podrían tener esa consecuencia a relevar recién hacia el último trimestre de 2016.
Por Elida Thiery – Afortunadamente desde este espacio siempre hemos trabajado con mucha cautela en cuanto a las cifras sobre el cierre de tambos y todo el marco de crisis que afecta a la lechería, aunque es sabido que siempre puede impactar un número elevado.
Días atrás se conoció un estudio de la Universidad Nacional del Litoral que sugería una altísima cifra de unidades fuera de la actividad, en un plazo muy corto. Sin inventar declaraciones, como ha sucedido con un medio gráfico nacional, CASTELLANOS consultó con el responsable de este análisis los números concretos y el balance es muy distinto al presentado.
“Venimos describiendo que desde el año 2014 a esta parte el productor lechero está sufriendo una estabilidad de precios, con problemas de cobertura en los costos de producción, que venía generando una situación agravada en este último 2015, con un mercado internacional de precios deprimidos y los cambios que operaron en el país a partir de diciembre, fundamentalmente en el área agrícola, con un cambio en los valores del maíz. De ese marco crítico, surge que en el país haya una disminución de tambos y en el caso de Santa Fe, aunque no haya mucha información disponible, nos valemos de los indicadores del Senasa, a través de las unidades productivas y lo que nosotros vimos es que cuando en 2013 había aproximadamente 4.500 tambos, antes de la crisis climática del pasado mes de abril, había unos 4.100 tambos”. Eduardo Baravalle, del Departamento de Producción Animal, de la Facultad de Ciencias Veterinarias, remarca que esos 400 tambos menos a lo que se puede sumar una estimación que se confirmará en la próxima campaña antiaftosa y sus datos concretos, “agravado por el tema climático reciente en el centro de Santa Fe y de Córdoba, en los últimos meses en nuestra provincia se podrían haber cerrado entre 80 y cien tambos más”.
“Nosotros levantamos la información de diferentes fuentes, como los indicadores ganaderos del Senasa, algo publicado por el Ministerio de la Producción, de la Subsecretaría de Lechería de la Nación y a partir de eso hacemos un análisis”, comentó a este Diario.
Hay veces que la lectura rápida de los datos puede llevar a confusiones y es por eso que la cifra mayor, en vez de interpretarse a lo largo de los últimos años, se resumió en dos meses y a partir de ello se generó información errónea. Lo cierto es que hay una salida paulatina de la actividad, cierran tambos, pero también se achican las explotaciones o sucede que muchos son comprados para agrandar empresas en particular, pero el esquema productivo no cambia en números.
Existe una diferencia entre establecimiento, como empresa tambera; y la unidad productiva, que pueden tener varias por sociedad, sobre todo desde que se articularon ayudas de hasta tres mil litros, con lo cual se dividieron muchas empresas y eso se podría leer como un aumento de tambos que no es tal. En otros casos, hay tambos en nuestra región que se fusionaron, que existen dos Renspa para una sola sala de ordeño, con lo cual operativamente no se reduce la cantidad de animales, ni de empresas, pero sí efectivamente hay gente que queda sin trabajo, por la unificación de actividades. Estos son también parámetros muy finos a tener en cuenta y no entran en los cálculos estadísticos a grandes rasgos.
“Existe una gran influencia socio-económica en cuanto a los tambos, que debe interpretarse básicamente en cuanto al impacto de la pérdida de miles y miles de litros que significaron entre cuatro y cinco millones de pesos diarios que por muchas semanas no se volcaron al sistema de desarrollo que tiene la provincia, impactando no sólo en los productores, en las familias, en los prestadores de servicios y en las comunidades en general”, aseguró el especialista a este Diario.
Elida Thiery
CASTELLANOS
