Ese motor llamado Lidia

Se lanzó a emprender a los 50 años y creó valor donde más falta hacía.
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La moral emprendedora contemporánea seduce con su postulado de “cambiar el mundo para mejor” como razón de ser los negocios. Sin embargo, no todas las empresas que motoriza apuntan a mejorar la vida de las personas.
El caso de La Majadita va en la dirección prometida. Esta planta de elaboración de quesos y otros productos a partir de leche de cabra se convirtió en foco de ayuda en San Pedro (Río Seco), el norte profundo de Córdoba. Y permitió a los tradicionales criadores caprinos evolucionar a productores, generando valor a partir de un producto (la leche) que, hasta la aparición de la planta, tiraban.
“El cabritero les compraba el animal muy barato y les dejaba papas y cebollas bien caras”, dice Lidia, el motor resiliente que detonó el cambio.
Cuando en 2005 le llegaba el turno de sentarse a disfrutar su jubilación como directora de escuela municipal, Lidia se lanzó a su sueño: crear desde cero y sin conocimientos previos un emprendimiento que abriera oportunidades en ese norte olvidado y evitara la migración forzosa de las familias que encallan en los bordes de esta capital. Allí, en su escuela, ella había visto decenas de historias así malogradas.
Fue un proceso con obstáculos de toda magnitud, que Lidia fue sorteando con una fe de hierro en ella y, sobre todo, en los otros.
Así enroló a personas e instituciones en su sueño, que hoy es una planta que da sustento a 32 productores -arrancó con ocho- como proveedores. Mejoró sus instalaciones, certificó como libre de gluten y sumó dulce de leche a la amplia variedad de quesos que vende en distintas provincias y por los que tiene lista de espera.
Autoprovisión de gas: Desarrollo sustentable
Calidad de vida. Desde La Majadita, Lidia impulsó un proyecto con aportes estatales para instalar biodigestores en las viviendas de los productores caprinos. Ya son cinco las casas que pueden generar gas a partir del excremento animal. “Son familias que tienen corrales hacen 100 años. Ahora pueden calefaccionarse o cocinar mejor en invierno, y en verano usar el freezer a gas. Son cosas que mejoran la vida de la gente y fortalecen la cadena”, dice.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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