Es oficial: en 2016 se duplicó la tasa anual de cierre de tambos en el país

En medio de una profunda crisis lechera, Argentina pierde el 4% de sus tambos este año, según se desprende del informe de coyuntura de diciembre emitido por el flamante Observatorio de la Cadena Láctea Argentina. Otros números que preocupan.
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En 2016, Argentina perdió 460 tambos en producción, lo que representa una caída del 4%, “cifra que más que duplica la tasa promedio de los últimos años (entre 1,5 y 2%)”, según consigna el informe n°1 del OCLA. Esta cifra se considera estimativa, “al no contar con estadísticas al respecto, analizando el diferencial entre caída de producción total y a tambo constante y datos de los informantes calificados”. Se infiere que “en general se trata de tambos de los estratos de menor producción (por debajo de la media de 2.700 litros por día)” y que en algunas cuencas la tasa de cierre de establecimientos podría llegar incluso a 7%.
El informe del OCLA indica además, que se produjo durante 2016 una “fuerte caída en la facturación (por precio y volumen) de fines de 2015 y principio de 2016, estimada en unos $ 600.000 para el tambo medio en unos 180 días”, lo cual “ha generado una compleja situación financiera para muchos productores que incrementaron notablemente su endeudamiento y a tasas más altas”. He aquí uno de los principales desafíos de la Subsecretaría de Lechería para 2017, según lo adelantó el propio Alejandro Sammartino en diálogo con Nuestro Agro.
La crisis en números
La producción en 2016 arrojaría una caída entre el 10 y 11% respecto al año anterior (totalizando unos 10.100 millones de litros de leche), con un descenso a tambo constante del orden del 8%. El año se presentó con períodos donde la producción llegó a caer interanualmente más del 20 % producto de las grandes lluvias ocurridas en la cuenca lechera central.
En cuanto a la demanda agregada de lácteos, “la caída interanual fue del 8%, y si bien exhibió números en rojo en sus dos componentes (mercado interno y exportaciones), la merma de las exportaciones cuadruplicó a la registrada por el consumo interno (20% vs.5,3%)”. Esto es, “expresada en litros equivalentes, la reducción interanual acumulada en los primeros diez meses -de casi 750 millones de litros- se explica en partes iguales por la disminución de las ventas externas y por el menor consumo”. En consecuencia, la composición mercado interno/exportación pasó de 80/20 en los diez primeros meses de 2015 a un 82/18 en el corriente año, “bastante por debajo del promedio de los últimos 10 años que fueron cercanas al 24%”.
El volumen exportado en octubre fue de 23.200 toneladas, lo cual es un 16,6% menor a septiembre y un 42,3% menos que igual mes del año anterior. “Algo peor ocurre cuando se mide en valor, el cual ascendió a 65,8 millones de dólares, 18,7% menos que septiembre próximo pasado y 46% menos que octubre de 2015”, indica el OCLA.
En los 10 primeros meses de 2016 las exportaciones alcanzaron las 247.000 toneladas, por un monto de US$ 655 millones FOB y un precio implícito promedio de US$ 2.644. “Esto guarismos representaron mermas del 9% en toneladas, 32% en dólares y 25% en precio, respecto de igual acumulado del año anterior (enero-octubre)”.
En lo que respecta al consumo, “en el acumulado de los diez primeros meses del corriente esta variable habría sufrido un retroceso del 5,5% versus el mismo lapso de 2015 (si se ajusta por el crecimiento poblacional, la caída es de algo más del 6%)”.
¿Se mantendrán los precios internacionales?
Según el informe del Observatorio, “luego de un primer semestre con precios deprimidos (US$ 2.000 por tonelada en febrero y marzo), a partir de agosto el mercado se animó en forma notable”, hasta llegar a hoy a US$ 3.500.
Entre los factores se destacan “la crisis de precios y demanda mundial que impulsó a la UE a tomar medidas intervencionistas para reducir el exceso de oferta; fenómenos climáticos que limitaron el crecimiento estacional en el hemisferio Sur; y crecimiento de la demanda China”. Por estas razones, se afirma en este informe que “no parecería haber razones para que los precios bajen, por lo menos hasta llegar a la temporada de alta producción en el hemisferio Norte” (segundo semestre).
El interrogante lo plantea la mejora en las condiciones climáticas y la recuperación de los precios en el hemisferio Sur, que “pueden hacer que los productores de Nueva Zelandia, Australia, Uruguay y Argentina, aporten un mayor volumen de producción, similar o superior a 2015”.
Por todo ello, el OCLA arriesga “una expectativa de precios del orden de los US$ 3.500 por tonelada de leche en polvo hasta la entrada del segundo semestre de 2017”.
Indicios
Según el OCLA, “la disponibilidad de reservas se define como de restrictiva a nula, siendo más crítica en silaje que en heno; las condiciones más críticas coinciden con zonas que pasaron por una situación de excesos de lluvias en este otoño”. Por otra parte, “la relación de precio de la leche con el maíz que había caído a principios del año a 1,25, ha mejorado en los últimos meses a valores superiores a 1,80”.
En las principales cuencas se percibe como normal el nivel de descarte de vacas en los últimos tres meses. Sin embargo los comentarios reflejan claramente que se viene de un proceso generalizado de ventas de categorías productivas por encima de lo normal y por diferentes motivos (inundación, sanidad, reproducción y/o necesidad financiera).
Leche a 34 ctvs de dólar
El equipo de profesionales que configuran los contenidos del OCLA, con Jorge Giraudo como coordinador, concluye que: “finaliza un año que contuvo una de las más profundas y prolongadas crisis de la lechería mundial debido a la caída de los precios internacionales y de la demanda, y que además se potenció en el plano interno por los problemas estructurales propios de la lechería Argentina, el aumento de costos y los efectos adversos del exceso de lluvias”.
En 2016 “la caída estacional de la producción hasta abril, el efecto de las inundaciones del segundo trimestre y la mejora de los precios internacionales”, hacen prever al OCLA “los precios del primer cuatrimestre de 2017 por encima de los $ 5 por litro (entre 30 a 34 centavos de dólar)”.
Las estimaciones para la industria no son alentadoras: “mantendrá sus problemas de resultados económicos negativos o a lo sumo neutros, con algunos casos puntuales muy complicados en lo financiero, tanto en el sector pyme como de las grandes empresas”.
En conclusión, “el año está terminando con una mejor situación y mayores expectativas para el 2017, lo cual constituye una oportunidad para abordar los problemas estructurales del sector en un clima constructivo, de debate profundo donde la objetividad del análisis, la confianza y la transparencia entre los actores, se constituyan en los pilares fundamentales”, definen desde este órgano técnico.
Fuente: Nuestro Agro (Gustavo Gigena)

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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