La Entidad de Control Lechero Oficial Nº 131 es el resultado del Convenio entre la Universidad Nacional de Formosa-UNF- y la Asociación Criadores de Holando Argentino- ACHA- en el año 1993. En este sentido, es relevante destacar que la de Formosa es la única entidad que está en una universidad pública puesto que las demás están en las Sociedades Rurales y fundaciones.
En contacto con la Comunidad de Medios, Gómez comentó que «si el productor no ordeña bien y de calidad lo que va a salir es agua con sustancias indeseables; no va a tener ni las proteínas, grasas, ni nada de lo que los niños necesitan”. Por ello decidió junto a su grupo de colaboradores y con la colaboración inestimable de la Universidad de Lincoln de Nueva Zelanda (a la cual fue a entrenarse) trabajar en un sistema para contar los glóbulos bancos de las vacas lo que se relaciona directamente con la calidad de la leche. «Cuando más glóbulos blancos tiene la leche más pierde por día el productor y eso se traduce en número. La calidad impacta tremendamente en la competitividad de la empresa lechera», argumentó.
«La Universidad de Lincoln nos ha donado como un acto altruista un programa especial que utilizan para gestionar sus vacas y lo fuimos adaptando a la realidad nuestra porque es muy complejo el programa con modelos matemáticos muy avanzados; la profesora Irma Salinas de nuestro centro de cómputos con la colaboración de la Asociación Criadores Argentinos y otros técnicos del país hemos logrado encontrar la vuelta para que a partir de una planilla de cálculo hoy con marca registrada y estamos procesando un software que va a tener una aplicación para los celulares de los productores», informó Gómez.
Y continuó explicando: «la idea es que en la aplicación de su celular o en una computadora el productor pueda gerenciar todos los días la calidad de producción de su vaca. Pero va a tener que hacer análisis, y entonces estaríamos incorporando a ese productor que vende la leche cruda informal, al sistema formal, porque nosotros le vamos a estar dando certificaciones por cada vaca de la calidad de su leche, y para eso medimos mes a mes los glóbulos blancos de cada animal (cuando tiene menos glóbulos blancos la leche es más sana) y esto mide la rentabilidad porque cuando más células somáticas o glóbulos blancos tiene la leche más pierde por día el productor y eso se traduce en número».
Aseveró seguidamente que lo que van a mostrar es un calculador de mastitis para que le demuestre al productor la pérdida «porque si el productor no ve lo que pierde no le interesa la calidad y la considera como una etiqueta. La calidad impacta tremendamente en la competitividad de la empresa lechera».
Resulta importante decir que el trabajo presentado por Gómez data de hace más de cuatro años.
Al ser consultado por qué el Seminario Internacional de Economía Agropecuaria se decidió hacer en Formosa, respondió: «para empezar a integrar dos universidades, una joven y una muy antigua como la Universidad de Buenos Aires». «El control lechero de Formosa tiene tecnología de punta, nosotros hacemos conteo de células somáticas y eso se hace en el primer mundo», dejó en claro.
Por último confesó que hace falta más gente entrenada en lechería en zona cálida pero que pese a ello ya han trabajado con productores. «Trabajamos con el productor lechero de esta zona que tiene otra cultura, y nosotros los fuimos adaptando. Capacitamos a los productores en el campo, fuimos al campo y los entrenamos, y hoy nuestros productores saben ordeñar», destacó. «Hay mucho por hacer, no está masificado esta tecnología, estos son los desafíos que tenemos», culminó diciendo.
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