Así resume Alejandro Sammartino, el subsecretario de Lechería de la Nación, la idea que se cerrará la semana entrante para comprar excedentes lácteos y venderlos de manera directa al exterior, para liberar el mercado interno y hacer subir el valor de la materia prima, además de colaborar con la situación de las empresas, también en quebranto.
Por Elida Thiery – Expoagro comenzó y con una buena noticia para los tamberos, que debe madurar y llevará su tiempo, pero que al menos promete una definición en cuanto a políticas sectoriales; y en una semana donde las semillas, las maquinarias y los servicios serán por demás protagonistas.
Es difícil hablar directamente con el Ministro Buryaile, no como sucedía antes cuando era legislador, pero fue él quien adelantó la intención del Gobierno de iniciar la compra de excedentes de las industrias lácteas, para mejorar los precios al productor y regularizar la situación de las procesadoras de la materia prima. El titular de Agroindustria estuvo ayer en el stand de la muestra que se inaugura este mediodía con la presencia de Mauricio Macri, en el kilómetro 214 de la Panamericana, hablando con contratistas de maquinaria agrícola y dejó trascender también pocos detalles de la decisión.
Una definición que se tiene que agilizar en la puesta en marcha, que era necesaria, pero que debe combinarse con otras alternativas de tinte político, para sacar adelante a un segmento muy complicado, donde el avance de cierre de tambos e incluso de pequeñas empresas. Según pudo saber CASTELLANOS, para las empresas lácteas argentinas esta es una buena noticia y favorece a todos los estratos del sector, tanto a las grandes industrias como a las pequeñas y medianas, con una consecuencia también favorable para los tamberos.
Lo que se explica desde las industrias es el diagnóstico que se viene dando en los últimos meses. Gran cantidad de productos lácteos, pero sobre todo leche en polvo en el mercado interno, por la falta de negocios externos y a un precio irrisorio, es lo que presiona para no dejar evolucionar a los precios al productor. La necesidad de descomprimir, de alivianar esta carga es el signo que precisa una actividad de gran simbolismo en la economía argentina y regional.
Cada empresa tiene su particularidad y excedente en concreto, pero todas necesitan recomponerse, volver a acomodar su situación en el mercado y salir a mejorar sus precios a la producción para no perder espacio, es por eso que los industriales hoy no dudan en asegurar que “necesitamos a los tambos”, sabiendo que actualmente la primera alternativa a la que recurren los productores es a la liquidación de sus rodeos, para mudarse a al agricultura.
Hay que frenar la sangría, también en cuanto a las pymes y micropymes que son las que sostienen a muchos pueblos. Un ejemplo de ello es el que mencionamos ayer con la planta de suero de Lugui SRL en María Juana.
Por eso, cuando se dice que no sólo debe aportar fondos el Estado, la referencia está puesta en decisiones políticas que ordenen al sector. Mientras se sigue sin tocar, ni mirar, ni sugerir nada al eslabón comercial, que es la gran materia pendiente de este y de los anteriores gobiernos, por el poder que representan miles de bocas de expendio en todo el país, ahora se anuncia un movimiento que está en la potestad del Estado.
“Lo importante es que el mercado note que falta producto, para que mejoren los precios”, reconoce un industrial cuando se le habla de la posibilidad de tener a la Nación comprando productos para colocarlos en manos de compradores internacionales.
Concretamente, Alejandro Sammartino afirmó en diálogo con este diario que “para recuperar precio al productor, hay que recuperar la cadena de valor de la lechería y para esto hay que tener mejores precios de planchada”, en alusión a los valores que manejan las industrias para los productos terminados y que estén a punto de entregarse a la fase comercial.
“Para esto tenemos que generar escasez en el mercado, respecto de la situación actual, por eso hay que captar un volumen de leche del mercado actual que no tiene que ver con el stock de las empresas, sino con el sobrante, porque todavía no se terminó de ajustar la relación de lo que se produce con lo que se manda a la góndola, por lo complejo que sigue siendo vender afuera”, en condiciones de valuación muy baja de los lácteos y con una demanda no tan alta como la saturada oferta global.
La decisión tiene relación con un pedido hecho durante mucho tiempo por entidades de productores y a la vez por industriales; y llega una semana después del cumplimiento de tres pagos de subsidios, como para generar una huella de acción respecto a la lechería. Claro que no es casual el apuro, sino que tiene directa relación con el malestar de productores que amenazan ya con medidas de fuerza, hecho que también se debatía anoche en una asamblea de productores en Tandil, que se suma a las expresiones de la semana anterior en Pozo del Molle y Suardi, en el mismo sentido.
“No es que vamos a ir comprando estos excedentes de manera continua, sino que es una operación de dos o tres meses, que todavía no está detallado por el balance lácteo, pero se va a hacer lo más pronto posible, con una definición en la semana próxima”, explicó el funcionario, que sigue teniendo como objetivo un precio de cuatro pesos por litro en el primer cuatrimestre del año, a pesar incluso de las bajas internacionales.
“Los productos no se van a destinar a planes sociales, no se trata de leche social porque con esa opción no cambiamos la historia, porque no la estaríamos sacando del mercado, sino que las compras que haga el Estado luego se van a colocar afuera”, con una estrategia directa de venta a mercados tradicionales y no, clientes con los que cuenta Argentina.
El resumen de esta iniciativa que trasladó Sammartino es que “el objetivo central es recuperar precio para el productor tambero, pero también para colaborar con las industrias, que están aceptando esto para subir el precio de planchada así poder elevar los números en los tambos”, concluyó Sammartino que prometió más detalles en próximos días, con el apremio del tiempo y el malestar tambero vigente.
Precio como piso
Una más de las ideas que también estaría manejando la Subsecretaría y que pudo conocer este Diario de manera extraoficial es la intención de imponer un “precio piso”, aunque nada de esto manifestó Sammartino en su contacto con CASTELLANOS.
Si bien fue Macri quien en campaña habló en algún momento del precio sostén, esta sería una derivación de ese límite inferior para la valoración de la leche. Mezclando iniciativas y quizá tomando en parte las bandas de precios que ya maneja y publica oficialmente Santa Fe, para conocer la posibilidad de pago disponible por producto y en cuanto al litro al productor, la Nación podría elaborar una cartera de productos que incluya leche fluida, yogurt, queso cremoso, barra y sardo, para elaborar un promedio sugerido de pago, apuntado a la cadena comercial.
Mientras la producción bajó un 20 por ciento a nivel nacional y con mayor impacto en las zonas inundadas de Córdoba, las empresas no tienen puestas muchas esperanzas en esta iniciativa, por las experiencias de los tiempos de Moreno, donde la sugerencia de precios a los supermercadistas, eran aceptadas de manera obligatoria, pero luego tenían como consecuencia la compra de menores volúmenes, o el sostenimiento de cantidades en la compra, con notas de crédito en negro y por debajo de los escritorios, para no perder ni un centavo y simular el cumplimiento con lo que el Estado sale a “sugerir”.
Elida Thiery
Castellanos
