Disparidad de criterios entre industria y Nación por los precios

Por Elida Thiery – El anteúltimo día de la visita de Alejandro Sammartino por la principal cuenca lechera incluyó reuniones con entidades, visita a instituciones como fue el caso del laboratorio esperancino Alecol y encuentros con tamberos, para brindarles su mirada de la situación vigente, pero también la proyección que la Nación hace del recorrido en el futuro a mediano plazo.
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Por Elida Thiery – El anteúltimo día de la visita de Alejandro Sammartino por la principal cuenca lechera incluyó reuniones con entidades, visita a instituciones como fue el caso del laboratorio esperancino Alecol y encuentros con tamberos, para brindarles su mirada de la situación vigente, pero también la proyección que la Nación hace del recorrido en el futuro a mediano plazo.
Con la función de moderador, el Subsecretario de Lechería de la Nación estuvo en la Sociedad Rural de Las Colonias, donde el titular del Centro de la Industria Lechera, Miguel Paulón hizo un diagnóstico poco alentador. Coincidiendo con la mirada internacional de Rabobank y los indicios de la subasta electrónica de Fonterra, para el CIL los buenos precios llegarán recién con 2017, por lo tanto hay por delante un año complejo con un arrastre de stock industrial de productos lácteos que rondan los 90 a 100 mil toneladas, que son los que atascan los cálculos económicos del sector. Sin movilidad internacional, con precios que no escapan de un poco más de dos mil dólares la tonelada y con un mercado interno contraído al cinco por ciento, las grandes industrias intentan abarcar algo más de mercado brasileño, esta vez con el respaldo del Gobierno nacional, pero también confían en la idea de intercambiar petróleo por leche en algunos casos.
En cuanto a Venezuela, no está fácil el panorama, teniendo en cuenta que el dinero para la compra de alimentos está agotado en ese país y el acuerdo que se puede llegar a generar es a través de un traslado de fondos que surja del redireccionamiento de fondos para infraestructura, pero que dependerá de una larga gestión entre naciones y que se quiere apuntar a un cúmulo de empresas y que no quede como en la actualidad, centralizado en una sola.
Este punto de lenta recuperación, de no tener la posibilidad de pagar mucho más al productor de manera inmediata, es lo que generó un contrapunto entre Sammartino y los industriales, dejando en claro que se precisa una puesta en común donde también participe la comercialización, de la manera más pronta posible, para frenar las pérdidas, para toda la cadena.
Es entonces el stock abultado de las grandes lo que complica a las pymes y en el medio de todo esto, están todas complicadas por los valores que de costo representan 3,80 para la producción, según un testimonio escuchado en el encuentro y para exportar con 2.100 por tonelada no se llega a los 2.500 dólares que podrían dar la estabilidad esperada.
Más allá de un cruce entre Miguel Paulón y el referente santafesino de la lechería por la publicación de precios de referencia, orientativos, está claro que no es tiempo de debatir por una ley que no fue, sino por reordenar en la actualidad a todo el sector.
A través de un documento, las entidades representantes de los productores presentes elaboraron un documento con varios temas pendientes. Firmado por Caprolecoba, también en representación de la Cuenca Mar y Sierras, Caprolec, Apla y Cra junto con Carsfe, además de Meprolsafe, en el que consta que «debido a lo expuesto por el sector industrial que se contrapone a la visión del Subsecretario en cuanto a la rapidez de la recomposición de precios necesaria para el productor, nos vemos en la necesidad de informar responsablemente que la solución dista de los tiempos acordes para nuestros productores, por lo tanto, solicitamos al Estado nacional que con las herramientas que considere necesarias tienda el puente hasta que se dé la ansiada recuperación de precios». El documento incluye alternativas como un salvataje financiero con un cálculo de cuatro meses de producción y dos años de gracia para que se puedan solventar las pérdidas generadas hasta el momento. Avanzar sobre un estudio de competitividad, para transparentar la cadena. Sentar a la mesa de discusión al sector comercial, que es una de las grandes deudas históricas en el debate y que se inscribe en el acuerdo-marco de Venado Tuerto y sobre lo que aún no se avanzó en absoluto.
Con el temor de liquidación masiva de animales de tambos y la disminución de la producción, las entidades firmantes llaman a una unificación de criterios por parte de todas las organizaciones de productores, con una convocatoria para reunirse el 16 de febrero en San Francisco.
Asamblea
Federación Agraria Argentina fue una de las entidades ausentes ayer en Esperanza, en un esquema confuso que se presenta con la Mesa Nacional de Productores de Leche y que también tiene sentido leyendo el documento arriba mencionado. Más allá de eso y en el constante reclamo de políticas diferenciadas para los productores de menos envergadura, la entidad organiza para el jueves 11 de febrero una asamblea tambera en la localidad cordobesa de Laboulaye, a las 19 horas en el salón del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, España 323.
La reunión contará con la presencia de Omar Príncipe y Orlando Marino, representando a la conducción nacional de la entidad.
«El esquema de ayuda puesto en marcha en estos días por el Gobierno nacional no alcanza para revertir una situación que es dramática. Con el encarecimiento del maíz y del resto de los insumos, las compensaciones no alcanzarán para cubrir los costos», denunció la directora Marisa Boschetti, referente de la Comisión de Lechería FAA.
«Entre otros temas a resolver en lo inmediato, se debe convocar al supermercadismo a discutir los problemas del sector. Históricamente, industria, supermercados y productores nos llevábamos un tercio cada eslabón de la cadena del precio final de un lácteo. Hoy, los tamberos no participamos más que del 15 por ciento. Hay que transparentar la cadena, y el Estado no puede desentenderse de esta situación. Si dejamos que el mercado acomode todo, se seguirá concentrando la actividad y desaparecemos la mitad de los productores», se dijo desde FAA.
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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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