La situación de crisis del sector productivo de la lechería argentina, es decir los tambos y sus tamberos, es un cuello de botella para las intenciones del Gobierno y del Ministerio de Agroindustria de encontrar una solución efectiva y no pasajera.
La situación de crisis del sector productivo de la lechería argentina, es decir los tambos y sus tamberos, es un cuello de botella para las intenciones del Gobierno y del Ministerio de Agroindustria de encontrar una solución efectiva y no pasajera.
La última semana se llenó de voces disconformes, entre ellas la de Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) que en un comunicado afirmó que «las industrias y el supermercadismo no entienden la gravedad de la crisis lechera».
Mientras que en Laboulaye, Córdoba, los tamberos respondieron a una reunión convocada por las filiales de la zona de Federación Agraria (FAA) y reclamaron, en un nutrido petitorio, que los industriales paguen entre 4,20 y 4,50 pesos el litro de leche cruda en tranquera en los próximos meses.
Por su parte, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, convocó rápidamente a un encuentro para tratar el estado de la actividad con sus pares de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, donde están las principales cuencas lecheras del país.
En tanto, Horacio Salaverri, presidente de Carbap y tambero de la zona bonaerense de Suipacha, dijo a NA que «el supermercadismo no entiende porque en esta cadena de valor donde el sachet de leche cuesta 14 pesos al consumidor, lo que menos vale es precisamente la leche ya que el productor lácteo recibe 2,50 pesos por litro y ¿el resto qué es?».
«Tiene que aparecer un peso más para el productor y superar el valor del litro en tranquera los 4,15 pesos», señaló el dirigente sobre la base de los cálculos realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Para el INTA «el costo de producción de un litro de leche es de 4,15 pesos y es un organismo del Estado el que lo reconoce. Como están las cosas, irreversiblemente va a haber cierre de tambos», dijo.
Salaverri expresó: «estamos hablando de leche, producto esencial en la nutrición humana e insustituible en la primera infancia».
«De no modificarse el actual esquema de precios hacia el productor, la crisis va a ser mucho mas profunda, y la desaparición de tambos sera una cuestión diaria, caerá la producción. Históricamente el productor recibió un tercio del precio final de la leche al consumidor, y hoy resulta que no llega ni al 20 por ciento», indicó a NA.
Para el presidente de Carbap, «el Gobierno Nacional ha realizado un gran esfuerzo en la compensación del 0.40 centavos, aunque falta la puesta en marcha de las líneas crediticias a tasas accesibles que aún se encuentran demoradas».
En el país, el 76% de las explotaciones lecheras produce menos de 3000 litros diarios y es responsable del 43% de la producción; el 24% restante realiza más de 3000 litros diarios y representa el 57% de la producción total.
Por lo tanto, el Gobierno como una solución de emergencia, pero insuficiente ante la magnitud del conflicto, otorgó el beneficio de un aporte de $0,40 por litro para los primeros 3.000 litros diarios de producción.
Se tendrá en cuenta lo producido y comercializado en el período comprendido entre los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2015, sin considerar la cantidad de unidades productivas que exploten.
Pero los tamberos necesitan más, según lo manifestaron en la asamblea de Sunchales al estimar que la lechería es la única actividad agropecuaria que quedaría sin recibir adecuado tratamiento para que sea rentable.
El presidente de FAA, Omar Príncipe, presente en la jornada que terminó a altas horas de la noche argumentó que «es necesario» que dejen de verlos «como si fueran oportunidades de negocios para otros actores de la cadena».
«Que se transparente cuánto gana cada eslabón y que seamos parte del agregado de valor. No podemos ser quienes le aseguramos la rentabilidad a los otros eslabones y nosotros producimos a pérdida», recalcó.
Los productores lácteos cordobeses solicitaron créditos equivalentes a 6 meses de producción de leche, con un plazo de 10 años, un año de gracia y una tasa de interés del 3% anual, para descomprimir el elevado endeudamiento actual de los productores.
También solicitaron una tasa subsidiada para la venta de cheques entregados en pago por la industria y suspender las percepciones de IVA y Ganancias.
Sugirieron, entre numerosas medidas, que se estudie la conveniencia de reducir ingresos brutos, impuestos municipales y compensar otras obligaciones con el impuesto a los débitos y créditos bancarios en su totalidad.
Evaluaron que se debe conformar una Mesa de Trabajo que posibilite construir una estrategia común, que asegure transparencia y procure mejora en la calidad de las transacciones.
Otro punto, fue el apoyo al trabajo que desarrolla el Ministerio de Producción de la Provincia de Santa Fe, al mando de Luis Contigiani, que desarrolló un sistema para determinar precios de referencias en la venta de leche cruda.
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