La flamante Cooperativa 22 de Marzo comenzó a producir luego del cierre de la fábrica de quesos de Eustolia. 13 de los 16 trabajadores tomaron la posta, apoyados por funcionarios locales y provinciales y por distintos organismos relacionados. Una historia de ilusión, sostenida por la cultura del trabajo y el optimismo.
“Mejor que hoy no podemos estar” dijo al pasar Gustavo Novara, el presidente de la Cooperativa 22 de Marzo de la zona rural de Eustolia. Sus ojos grandes, siempre bien abiertos, la sonrisa de costado pero indisimulable, denotando un entusiasmo casi adolescente. Es la alegría por tener trabajo y, si Dios quiere, un porvenir.
Es que 16 muchachos que se desempeñaban en Lugui S.R.L. vieron el ocaso a comienzos de año, cuando la empresa decidió cerrar las puertas y despedirlos a todos. Menos de dos meses pasaron desde ese momento nefasto, traumático y desesperante y hoy, gracias al esfuerzo mancomunado de todas las partes, la oportunidad de mantener fuentes de trabajo y de recuperar una pyme son reales.
Por ello ayer funcionarios de la provincia, de las comunas de Eustolia, María Juana y Estación Clucellas, legisladores y los mismos trabajadores se reunieron en la fábrica para recorrer las instalaciones y realizar una reapertura simbólica de las actividades.
LA HISTORIA
Lugui S.R.L. llegó a procesar 60.000 lts de leche por día para convertirlos en quesos. Desde 1999 la empresa, propiedad de Angel Garbarino, le dio trabajo a muchas familias de la zona. Pero en 2013 Garbarino falleció por lo que la empresa quedó al cuidado de sus hijos. Entre la falta de pericia, y de interés, de sus descendientes, Lugui empezó a sucumbir.
El mismo Gustavo Novara, quien trabaja desde hace 16 años en la planta, contó que “fue muy duro cuando cerró la fábrica. Nosotros lo veíamos venir, traían cada vez menos leche, caía la producción…nosotros veíamos que tarde o temprano iba a cerrar. Fue el baldazo de agua fría que faltaba. En ese momento nos mirábamos y nos preguntábamos qué hacemos. Alguien dijo ´hacemos una cooperativa´ y se prendieron todos. Hay que salir a golpear puertas para eso. Le golpeamos la puerta a Omar (Martínez), le hablamos a los intendentes y nos dieron la ayuda que necesitábamos.”
Todos mostraron predisposición para que la empresa pueda seguir produciendo. El Diputado Provincial Martínez fue un organizador, vinculó a los Ministerios para que colaboren y estableció prioridades.
Así apareció una cooperativa láctea de María Juana, que se comprometió a entregar 15.000 lts de leche por día, con una financiación de 3 meses, y a comprar el 80% de lo producido. Para el 20% ya hay canales de comercialización posibles.
TODO POR HACER
“Estábamos acostumbrados a trabajar bajo patrón y ahora uno tiene que pasar a ser empleado y dueño a la vez. Cuesta, tenés que hacer los papeles, encargarte que llegue la leche, de los productos. Un poco entre todos lo hacemos, todos colaboramos” contó el mismo Gustavo Novara sobre esta superposición de roles.
Más allá de los malos manejos, según los mismos trabajadores los sucesores de Lugui mostraron buena predisposición. Aceptaron entregar toda la maquinaria como parte de las indemnizaciones y la viuda de Garbarino, dueña de las instalaciones, aceptó alquilarles el lugar con un plazo de 3 meses para empezar a pagarlo. De los 16 empleados 3 no aceptaron integrar la Cooperativa, por lo que está pendiente la compensación económica con estos trabajadores.
La Cooperativa 22 de Marzo, así bautizada porque justamente ese día se tomó la decisión de seguir adelante bajo este formato, hoy recibe distintos apoyos. Además del impulso del sector público, hubo que acordar con la EPE el servicio de luz ya que la deuda por la energía de la anterior empresa era considerable.
Desde la semana pasada, que fue cuando volvieron a la tarea, produce con un promedio de 9000 lts diarios y podrían llegar a procesar hasta 25000 lts por día. Allí fabrican quesos cremoso, barra, sardo, pategrás, ricota y por salud, aunque en el futuro podrían llegar a producir todo tipo de queso (reggianito, fontina, gruyere, etc).
Las peripecias surgen a cada paso: volver a poner en funcionamiento las máquinas requiere de un reacondicionamiento lógico, por lo que fueron varias las sorpresas negativas que fueron apareciendo. Y como si fuera poco las complicaciones por las inundaciones hacen que la leche llegue día por medio, como máximo. La cooperativa de María Juana sufre también esta crisis y para salir a buscar litros a otro lado hay que tener efectivo.
LA ILUSION DE LA DIGNIDAD
Es difícil quitar de la mente esos rostros orgullosos, castigados por la rudeza de la labor, pero rozagantes por la posibilidad de volver a tener trabajo. Ahora con un compromiso mayúsculo: hacer la tarea en equipo.
El mismo Diputado Omar Martínez resaltó que “es fundamental este trabajo asociativo. Lo primero y principal son los trabajadores, que es lo que con el Diputado Solís priorizamos desde el primer llamado. El esfuerzo de su trabajo, de su tesón diario y el desempeño que han tenido para poder llegar a retomar esta tarea. Ver que esto se ha concretado con el esfuerzo de ellos, de los gobiernos locales, del gobierno provincial desde el Ministerio de Trabajo y desde el Ministerio de la Producción, dando una mano en esta conformación de esta Cooperativa, con los aportes que después se pueden hacer en las capacitaciones y desde lo económico. Nosotros no solamente legislamos dentro de la Cámara, nosotros legislamos en el territorio y donde toca el empleo, la familia.”
La Cooperativa comenzó a trabajar con un permiso especial, entregada hasta que la firma tenga sustento legal, comercializando los productos por ahora con las marcas anteriores (Lourdes y Crispimar). La esperanza es que la leche empiece a llegar para no detener las máquinas, si es posible de “lunes a lunes”.
Antes de conformarse como Cooperativa siguieron yendo al predio de la Ruta 13 para mantener limpio y ordenado. Ahora llegan día a día con la motivación renovada, desde Eustolia, María Juana, Estación Clucellas y hasta de Sastre. Son Héctor Cornalis, Julio Carranza, Horacio Vega, Daniel Sutter, Danilo Samueski, Roberto Andini, Eduardo Echenique, Daniel Gómez, Gustavo Novara, Iván Gómez, Ricardo Moyano, Mariano González y Gustavo Rodríguez, luchando por el pan de cada día, esperando que cambien los vientos. Que la suerte y San Cayetano los acompañe.
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