La compensaciones a los tambos de 0,40 centavos por litro de leche en boca de tambo mejoraron un poco la situación de la actividad lechera, pero todo dependerá de que las usinas lácteas sigan pagando el mismo precio de lo contrario no servirá de nada advierten desde la entidad local.
La Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) emitió un comunicado a través del cual se sumó a la serie de entidades y voces del sector productivo que están alertando sobre la complicada situación que atraviesan los productores lecheros.
La gacetilla, titulada “La lechería en una encrucijada”, sostiene que a raíz de los bajos precios y altos costos, los tambos atraviesan “una coyuntura compleja”. “Por el lado de los costos, hubo un incremento de los insumos, principalmente suplementación, agroquímicos y semillas. Por su parte, el precio interno está en caída como consecuencia de los bajos valores internacionales y de la sobreoferta interna de lácteos”, recuerda la entidad. Uno de los datos salientes del informe es que asegura que los productores son los mayores perjudicados en esta crisis de la cadena láctea, ya que son los únicos que perdieron participación en el valor final en que se vende la leche en góndola.
“La caída de precios determinó que la participación del productor en el precio final de la leche en la góndola pase de 30,8 por ciento en enero de 2015 a 22,4 por ciento en diciembre del mismo año. En tanto, el resto de los actores de la cadena aumentó su participación: la industria pasó de 26,8 a 32,1 por ciento; comercio de 26,7 a 29,8 por ciento y la recaudación de impuestos creció de 15,7 a 15,8 por ciento”, subraya el artículo de Aacrea.
La visión de la FAA local Matías Martiarena quien se desempeña en la parte social de la Federación Agraria filial “Gualeguaychú”, explicó en cuanto al precio de la leche en boca de tambo que: “La cuestión es que las industrias lecheras no se aviven y quieran bajar el precio del litro de leche de lo contrario la compensación de 0,40 centavos por litro a tamberos que tienen liquidación única no va a servir de mucho”.
Con esa compensación el tambero que recibía 2,80 pesos por litro pasó a cobrar 3,20 pesos el litro. “El problema es que la leche en polvo está muy barata y esto hace que haya una sobreoferta de leche fluida en el mercado. Pese a que las exportaciones están abiertas, pero la tonelada de leche en polvo bajó 1000 dólares”, agregó. Recuperar los mercados internacionales perdidos por el país, debido a la falta cumplimiento de los compromisos comerciales, llevará tiempo.
“El país tiene muchos problemas económicos, el Banco Nación tampoco la está pasando bien y pese a que hacemos todas las gestiones posibles, se va a tardar en poder conseguir líneas de créditos accesibles”, dijo. No obstante Martiarena se mostró esperanzado por que la compensación logre al menos sostener a los tamberos en la actividad. No obstante el hecho de que las empresas lácteas puedan seguir manteniendo el precio de 2,80 pesos el litro en boca de tambo dependerá de que el consumo interno no se retraiga, escenario que podría darse si los servicios y los alimentos básicos siguieran aumentando a lo largo de este semestre.
“Hoy estamos tratando de buscarle la vuelta, para poder destrabar el tema crediticio y estamos realizando gestiones para eso. Lo que vemos desde el año pasado es que los litros de leche que se producen en la cuenca lechera departamental, siempre son los mismos y esto nos dice que hay cada vez menos productores y van quedando tambos con mayor capacidad de producción como aquellos que producen 15 mil litros por día, que son a los únicos a los que les cierran los números”.
Martiarena se mostró preocupado por el hecho de que se sigan produciendo cierre de tambos chicos. “Antes cuando era el boom de la soja, el lechero cerraba su tambo y arrendaba su campo para agricultura, esto lo podía ver en un tambo que estaba en ruta 20 cerca del ingreso al camino de Rincón del Gato, donde se veía el tambo y alrededor estaba sembrado de soja y al final el tambo terminó cerrando. El problema es que son actividades donde trabaja toda la familia y con inversiones en praderas, genética animal y equipamiento que será difícil poder volver a la actividad.
El tambo es una producción en la que la leche tiene que salir y venderse todos los días y al saber esto muchas usinas lácteas imponen su precio, es por eso el valor de tener una Cooperativa Tambera”, concretó.
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