Crisis láctea: las paritarias de ATILRA, al rojo vivo

El gremio que representa a los trabajadores de industrias lácteas define hoy la contrapropuesta a la oferta presentada por el CIL en torno a la paritaria en curso y la posibilidad de acordar un bono de fin de año. ¿Cuáles son los números que se manejan?
Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

El gremio que representa a los trabajadores de industrias lácteas define hoy la contrapropuesta a la oferta presentada por el CIL en torno a la paritaria en curso y la posibilidad de acordar un bono de fin de año. ¿Cuáles son los números que se manejan?
La crisis en la cadena láctea argentina no da tregua y esta vez es la industria lechera la que se encuentra entre la espada del gremio y la pared de la coyuntura. Según fuentes extra oficiales del seno del Sindicato ATILRA, la oferta que el gremio estaría dispuesto a aceptar sería: “un 18% de aumento, dividido en tres meses; enero 10%, febrero 5% y por último marzo 3%, con la promesa de abrir las siguientes Paritarias en junio de 2017”.
De consolidarse esta propuesta, que se define esta tarde, y considerando el último acuerdo (vigente desde julio) que significó un aumento del 23%, el gremio de los lecheros habrá cerrado al cabo de 12 meses un aumento salarial escalonado del 41%, llevando el básico a casi $25.000.
A su vez, el compromiso inicial de la negociación Paritaria 2016/17 implicaba discutir nuevos aumentos ya desde noviembre y obtener un bono de fin año para diciembre, lo cual no fue posible (por lo menos hasta ahora), dada la crítica situación económica y financiera de las industrias lácteas en este fin de año. Según fuentes industriales del más alto nivel, “el gremio entendió que la prioridad era conservar los puestos de trabajo”. Incluso, recientemente este escenario fue confirmado con datos oficiales del OCLA, que afirman que la industria es el eslabón que menos porción de la torta recibe.
Al criterio de ATILRA, la propuesta presentada por el CIL a comienzos de esta semana era exigua e inaceptable, a saber: dos bonos no remunerativos de $1.000 cada uno (en enero y febrero), 5% de aumento en marzo y otro 6% en abril. El gremio contestó rápidamente que no y solicitó el bono más un 22% escalonado, para finalmente, encontrarse en la mitad de ambas propuestas.
La “negociación” aún no está cerrada pero la idea de ambos es llegar a un acuerdo antes de fin de año, cuestión de dar vuelta esta pesada página de la historia de la debacle lechera de 2016. Para unos, porque es indispensable asegurar un aumento interanual por encima de la inflación, al tiempo que pondría “paños fríos” en un sindicato que empieza a evidenciar fisuras internas y inconformismo por la representación de sus dirigentes; por el otro, porque la industria deberá pensar rápidamente la hoja de ruta para timonear en la tormenta, en un contexto de precios internacionales promisorios y una fuerte competencia por la escasa materia prima disponible para los próximos meses. Todo ello, agravado por falta de competitividad y eficiencia que reconocen los mismos industriales.
Fuente: Nuestro Agro (Gustavo Gigena)
http://www.nuestroagro.com.ar/newsDetails.aspx?id=2712

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas