Complejo horizonte lechero para terminar el año

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Después de la edición 2012 de Mercoláctea, todos los análisis descubren el mismo resultado. Más leche, a menor precio, con exportaciones poco firmes, con buen consumo interno y con políticas indefinidas que hieren más a un sector que tiene que crecer y pareciera que no se anima a dar los pasos necesarios, por las malas experiencias de siempre.
Hoy por hoy la lechería es uno de los sectores, a nivel mundial, que muestra menos regularidad. Frente a otros commodities, la leche registra bajas, recortes de precios que para el mercado del comercio exterior no dejan de afectar toda la problemática interna de la cual Argentina jamás supo salir.
Potencial es lo que sobra, inversiones se necesitan; y de tener un mínimo acompañamiento político, se supone que ciertos engranajes debieran destrabarse. Lejos de eso, sectorizando intereses, versiones de la realidad, encaprichándose con mercados fetiche como es el caso de China, donde los logros resaltables son de las industrias que hace años transitan esa ruta, va a ser difícil que desaparezca la sensación de tironeo que una vez más fue subyacente en la reciente Mercoláctea 2012.
Todos coinciden
Muchas preguntas y pocos negocios marcaron los cuatro días de exposición. Una pyme metalúrgica cordobesa reconoció que “este año el sector está más tranquilo que el año pasado, con las ventas bastante frenadas. Por las proyecciones que tenemos va a ser un año para pasarlo, sin arriesgar demasiado”.
Uno de los responsables de la firma que se dedica a máquinas forrajeras, principalmente, remarcó que “las expectativas son bajas, por el clima, por cuestiones políticas, por eso no esperamos vender más que el año pasado, nuestro objetivo es mantener los negocios de 2011”. A pesar de la apuesta que los llevó a renovar el apoyo a Mercoláctea, estos empresarios aseguran, “no tenemos ninguna seguridad de nada, porque los productores están muy reservados, sin querer dar un paso en falso, porque se notan los bajos rindes que dio la soja; el picado nos afecta directamente y también fue menos”.
Por su parte, desde el stand de Claas en la Sociedad Rural de San Francisco, cosechadoras y picadoras con sus accesorios, demuestran que para la maquina destinada a los forrajes se va a concretar un mayor interés, mientras que para las cosechas, “todo este aumento de costos en los insumos, en la producción de distintos cultivos de soja o de maíz, repercuten en una retracción en la demanda, por una compresión de negocios”. Mucho de este ritmo se va a marcar a través de la financiación disponible, del ritmo del cambio en el dólar. La firma cumple actualmente con un plan de producción nacional de un “determinado modelo de cosechadora”, para enmarcarse en el pretendido balance de importaciones y exportaciones, con lo cual se están ingresando productos, “no en la escala en la que se podían ingresar en los últimos años. Lamentablemente, para la campaña de picado, este año, las máquinas pudieron entrar, pero tarde, habiéndose podido hacer algunos negocios”, pero afectando la facturación global de la empresa.
Manfrey, una industria láctea de base cooperativa, que nunca dejó de estar presente en Mercoláctea, destaca a través de uno de sus directivos que las complicaciones que presenta el mercado internacional con la baja de los precios globales de la leche, existe un canal de exportación “tranquilo”, mientras se compensa con un “mercado interno sostenido, respecto a años anteriores”. Por el momento los inconvenientes no son tan significativos, sin embargo, “visualizamos que las ventas internas se pueden poner pesadas”. Lo que da un planteo de los seis meses finales del año con “una primavera con mucha leche”, por lo que “estamos tratando de desarrollar mercados y zonas, priorizando el mercado interno, siempre y cuando en lo internacional se sigan dando las cosas como hasta ahora, si no, habrá que replantear las estrategias”. De este modo, Manfrey plantea su “resguardo” ante una sacudida realidad en la que los ajustes siempre se dan de abajo para arriba y los tamberos van a sentir el golpe.
Protesta y cierre
Productores, en su mayoría de la Federación Agraria Argentina estuvieron el sábado, jornada de clausura de la muestra, entregando panfletos en el ingreso con la demostración del escape de precios entre el productor y el consumidor, añadiendo los puntos de la propuesta que la Mesa Nacional de Productores de Leche elaborara hace meses y que tanto la Nación como las provincias aún no atendieron.
Más allá de la posibilidad de pago que tenga cada industria, lo que es ineludible es la necesidad de precio que tienen los tamberos. Nadie desconoce que los que ganan con la actividad tienen un margen muy chico, salvo casos de pooles, mientras que los más chicos, los que aplican menos tecnología, podrían ver en una ganancia confortable la opción de crecer, de actualizarse y de llevar a la lechería a un terreno concreto de expansión. Esto se daría empujando desde la producción, más allá de los logros de mayor cantidad de litros por año, que en definitiva son los que se perdieron en algo más de una década; y que están lejos de llegar al objetivo del PEL de 18 mil millones de litros anuales para 2020.
Las puertas cerradas del Ministerio de Agricultura, amenazan al sector, en el sentido de leer solamente lo que los “amigos” cuentan simpáticamente; y lo que la realidad demuestra.
Jorge Videla, niega lo que el CIL asume como un incumplimiento por completo de la suba del siete por ciento de los precios, que teóricamente el mes entrante se deberían analizar y evaluar una vez más ante Moreno. A esto añade un punto de inflexión que no parece poder reconsiderarse. “Es muy difícil que un Ministro tenga la disposición de atender a un sector de la producción que permanentemente está en un estado de asamblea y de amenaza de paro, cuando hay otros actores que no están en esa posición, tanto en la producción, en la industria, en el sector cooperativo. Han estado permanentemente con el Ministro, planteando una negociación y la visión que tiene cada uno de la actividad desde su lugar; y de esa manera es cómo se construye la negociación, cómo se logran los acuerdos; y cómo se tiene una mirada, una película y no una foto del sector “.
Más allá del recelo que demuestran todos los funcionarios nacionales del sector con la convocatoria que el 28 de marzo hizo la MNPL con la presencia de los referentes de la Comisión de Enlace en Rafaela, el Subsecretario de Lechería, parece salir de esa postura de encono y habla de récord de exportaciones en toneladas y facturación, deja entrever al crecimiento de la producción como un variable más, sin embargo remarca que “hoy el mundo nos está dando unas señales que nos prenden un semáforo amarillo, con la baja mes a mes de la leche en polvo”. Hablando de unidad en la mesa de negociación, de la estrategia público-privada, que más allá de la retórica hay que saberla llevar, sostiene que “estamos muy unidos trabajando con la industria, la Junta Intercooperativa, Apymel y el CIL, respecto a la estrategia de exportación a mercados como Venezuela, Brasil, México, Rusia; y toda la parte asiática, incluida China”.  Se precisa, según su mirada “mejorar las preferencias de aranceles y las condiciones para los productos de alto valor agregado, vamos a necesitar consolidar la estrategia exportadora”.
Asume Jorge Videla, que el segundo semestre del año presenta “una perspectiva de complejidad importante”, por la crisis económica que atraviesan muchos países de mercados importantes y que pueden traccionar la actividad local.
El destino lechero próximo dependerá de la voluntad política, de su ejercicio, de la apertura de todos los productores e industriales a una puesta en común; y de seguir el panorama de mercado externo a niveles críticos, podría tener que sostenerse en un buen consumo interno que se mantendría de regir una ritmo inflacionario menor al actual, que está rozando los dos puntos porcentuales mensuales.
Especial por Elida Thiery

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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