El sábado le permitió a Mercoláctea despedirse de su edición 2017 a pleno sol en las amplias instalaciones del INTA Rafaela. Una mañana con estudiantes, tamberos y profesionales entre las visitas, permitió darle lugar a charlas y al intercambio que es la base de la exposición.
Fueron los profesionales de la Experimental los que desarrollaron uno de los temas clave de las últimas temporadas, “El tambo en un año niño”. Con el repaso de las condiciones meteorológicas reinantes en los últimos veranos y otoños, se hizo el repaso de las condiciones actuales de suelo, de la consecuencia en las explotaciones, de los cambios que deben comenzar a darse en la producción, pero también en la relación con los recursos humanos.
Claro que también eso se trató la jornada “Tambo, una alternativa rentable, sustentable y atractiva”, que convocó la Federación de Centros Juveniles de SanCor, junto al INTA Rafaela y el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Fue Javier Baudracco, el director de Producción Primaria de la Subsecretaría de Lechería de la Nación, quien encabezó la actividad enfocada a motivar en la actividad tambera a un interesante grupo de jóvenes cooperativistas.
Con el testimonio de Rodrigo Nicola y Julia Foglia, dos productores de poco más de 30 años que tomaron el lugar de responsabilidad en tambo por herencia familiar, contaron la forma en la que superar el desafío, con empresas rentables, simples, apuntando a mejorar y reducir procesos, sin quizá mirar tanto a temas de productividad, sino a una mejor recepción de la tarea primaria en la lechería.
“El cambio de paradigma que hubo en estos últimos años fue el de dejar de pensar primero en la vaca y después en la gente, pero también dejar de mirar la producción individual y orientarse más a la renta general. Está visto que en Argentina podés obtener buenos números con vacas encerradas o en pastoreo, con 30 o 22 litros. Ese es el cambio de paradigma, sobre todo cuando se piensa en la gente y se actúa”.
Baudracco habla de muchos tambos que ya cambiaron su manera de ver la actividad, que ya cambiaron las salas de ordeño para que se trabaje más cómodamente; que la vivienda del tambero sea linda, como a la que cualquier productor le gustaría tener; organizar francos y vacaciones, algunos dejan de inseminar en algunos meses para ordenar los descansos. Como ordeñar es una tarea pesada, hay que mejorarla, para que podamos conseguir más gente que quiera hacer el trabajo”.
El funcionario le pone una mirada humana a la actividad, con un objetivo claro de motivación para que los recursos no se agoten. Cuando el precio lo parece todo, nos olvidamos de mirar más allá. “El gran desafío que tenemos en la Argentina es el gran negocio que tiene por delante la lechería, por eso desde el Ministerio queremos que lo aprovechen muchos y los que se apasionan por la actividad. La amenaza que tenemos es que la lechería quede en manos de pocos y para eso debemos trabajar, abarcando a todos, sobre todo a los que van más atrás en esta peregrinación”. Baudracco piensa y actúa sobre los más vulnerables, pensando y difundiendo herramientas para atacar cuestiones que llevan décadas entre las materias pendientes del tambo y su entorno.
“Está en la agenda del Estado todo esto, sobre todo con el programa Cambio Rural, pero tenemos que avanzar en profesionalizar al tambo, a la actividad, con un compromiso que sea constante para tener buenos resultados”, sostuvo el Director Nacional de Producción Primaria.
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