«Chino» Volpato: “Decidí no cerrar el tambo porque había mucha gente que quedaba en la calle”

El integrante de Midachi habló con Infobae sobre la situación agropecuaria del país y la crisis lechera.
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Detrás de escena. Darío Elder Volpato (56), conocido como el «Chino», integrante del trío humorístico Midachi, que comparte hace 35 años con Miguel del Sel y «Dady» Brieva, habló debajo de las tablas sobre la situación agropecuaria en Argentina y especialmente sobre el crítico momento de la lechería, actividad a la que se dedica desde principios de la década de los 90 junto a su familia.
Aunque parezca sorprendente, elfamoso humorista, guionista y profesor de educación física conoce la actividad tranqueras adentro y hacia afuera. En diálogo con Infobae, el «Chino» se refirió a la percepción que tiene o ha tenido la sociedad del campo argentino: «Con la 125, muchos amigos que no tenían nada que ver, empezaron a conocer y reconocer el trabajo agrario y a entender que los que trabajaban en el campo no eran oligarcas», y ejemplificó: «Porque si tienen 200 hectáreas no eran ni ricos, ni oligarcas».
En este sentido, para el cómico más joven de los Midachi, el campo aporta mucho. Al respecto, aclaró: «No todos tienen miles de hectáreas, ni millones de cabezas de ganado, ni producen 100.000 litros de leche diarios», y agregó: «Hay muchísimas pequeñas pymes como la mía que generamos una pequeña porción en el todo, en estos millones de litros de leche que por año necesitamos».
El tambo familiar del «Chino»
En Sunchales (Santa Fe), en plena cuenca lechera, se encuentra ubicado el tambo del artista cómico. Allí, junto a su familia, tienen entre 250 y 300 animales y dependiendo del famoso clima, la producción de leche oscila entre 2.500 y 4.000 litros diarios. «Al principio lo atendía mi papá y al fallecer, la parte administrativa quedó en manos de mi hermano», señaló a Infobae, y agregó: «El tambo es una actividad muy complicada. Hay mucha gente involucrada, por eso, aquellos que lo dejan, normalmente no vuelven más. Es un trabajo muy cansador de 365 días, no hay factor climático a partir del cual, uno pueda elegir descansar o no trabajar un día. Si bien existen herramientas técnicas que han mejorado algunos aspectos, contra el clima no se puede especular».
Al ser consultado sobre los motivos que lo llevaron a inclinarse hacia la lechería y no otra actividad, detalló: «Porque se necesitan pocas hectáreas, y al hacer un paralelismo con la soja, económicamente es parecido, no hay una diferencia muy grande, la diferencia es con respecto al trabajo diario. En la soja, uno tira la semilla, va una vez y lo mira desde lejos», y como punto a favor de la lechería, agregó: «El cheque está cada 40/45 días, el dinero se ve de manera diferente que al esperar con los cultivos».
Problemática
En cuanto a la problemática situación que hace tiempo acarrea el sector, sin demasiadas vueltas, Volpato expresó: «Desde que tengo uso de razón la lechería no tiene un precio acorde a lo que debe tener: 33% la producción primaria, 33% la industrialización y el otro 33% en la comercialización. Nunca se ha dado eso, y siempre los que pierden son los de la producción primara».
Hasta hace un año, le vendían la producción directamente a Sancor, pero debido a las complicaciones financieras y económicas que tuvo la cooperativa, el «Chino» indicó: «Muchísimos de nuestros colegas decidieron no hacer más tambo para no pasarse a otra empresa, y además porque les debían mucho dinero». En su caso, aguantó y luego, se cambió a una Usina Láctea que se encuentra en Rafaela, Molfino.
En ese sentido, se refirió a la crítica situación: «Pude soportar tres meses sin que me paguen porque me dedico a otra cosa y pude solventarlo, no porque haya habido ayuda financiera, salvo algunas cositas del gobierno provincial. Decidí no cerrarlo porque había mucha gente que quedaba en la calle». Tan es así, que en su tambo trabajan dos parejas, un tractorista, un ingeniero agrónomo, el hermano del «Chino», más una cantidad de gente que cotidianamente va al campo, como el veterinario y quienes mantienen las máquinas. Al respecto, enfatizó: «Cuando se habla de que el campo moviliza sectores de la economía regional, es verdad, porque las máquinas se rompen, hay un sector que se dedica a arreglarlas y a mantenerlas, y la gente del agro invierte en eso».
Seguir apostando a la lechería argentina
Cuando la actividad anda tan mal, más de uno se pregunta ¿qué sentido tiene seguir? Y el «Chino» tiene su respuesta: «Cuando se emprenden este tipo de actividades, uno lo hace desde la pasión, el cariño, el afecto, pensando en los viejos, en mi abuela que se ha dedicado al tambo y también ha mantenido familias».
Retomando el cultivo de la soja, reconoció que si bien es un gran negocio, no genera el empleo que debería crear. «Por el momento, sigo apostando a la lechería y esperemos que se mejore un poco el precio», y agregó: «Lo seguimos haciendo, más por una cuestión emocional que por dinero, y ojalá que pueda sostenerlo mientras esté vivo».
Pero el tambo de la familia Volpato, no es un establecimiento lechero cualquiera, tampoco es que las vacas se reían o hagan chistes, sino que tiene un tinte turístico. Allí, armaron otro emprendimiento, una posada «Establecimiento Don Elder», que desde 2009 forma parte de La Ruta de la Leche. En la posada se hacen muchas actividades, se puede pasar la noche, el fin de semana, y también se realizan eventos. «Fue una inversión muy grande, tratando de equilibrar lo que falta de un lado tenerlo del otro», señaló Volpato.
El mensaje
Si bien el trío humorístico junta la risa con la pala, con una visión mirada más seria, el Chino fue claro y contundente con su análisis sobre la actualidad agropecuaria: «Se le debe dar mayor importancia a este tipo de emprendimientos, no lo digo solo por el mío, sino mirar en otras regiones, como por ejemplo, las manzanas en Río Negro. No se le presta atención al valor que tiene la actividad, el valor del producto primario es muy bajo en la cadena de la comercialización, se le debería encontrar y se le tiene que encontrar una solución porque la gente se cansa y abandona». Para el Chino debería haber un equilibrio un poquito más a favor de aquellos que están todos los días produciendo en el campo.
Por otro lado, resaltó: «Se necesita apoyo, motivar a los gringos – como les decimos nosotros- que sigan reinvirtiendo y que sientan que no están solos», y ejemplificó: «Que sientan que cuando hay este tipo de fenómenos climáticos como inundaciones y sequía, enseguida los gobiernos puedan actuar en consonancia sin estar esperando subsidios mientras se pelean los de provincia con los de nación. Se pierde mucho tiempo en ese tipo de situaciones cuando la necesidad es hoy».
No obstante, en la misma línea, aclaró: «No considero que todas los problemas se deben solucionar con subsidios, creo hay que darle la posibilidad para crecer, que tiene que haber créditos para las producciones, que tienen ser acordados y que se deben devolver. Creo que tendría que haber más créditos para que la gente del campo pueda crecer en la actividad».
Por el último, según el cómico de los Midachi, el Gobierno debería sostener este tipo de actividades como las producciones regionales y argumentó: «Hay mucha mano de obra y creo que esas zonas se verían afectadas si el día de mañana la gente pierda las ganas de seguir produciendo».
Autor:
Fuente: Infobae
Link: https://www.infobae.com/campo/2018/08/19/chino-volpato-decidi-no-cerrar-el-tambo-porque-habia-mucha-gente-que-quedaba-en-la-calle/?outputType=amp-type&__twitter_impression=true

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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