En enero hubo una leve baja en el volumen nacional entregado por los tambos. Productores acusan a la industria por la falta de mejora en el valor de la materia prima.
Los efectos de la sequía se comienzan a ver, en forma paulatina, en la producción de leche. El comienzo de año mostró una leve retracción en el volumen nacional de leche entregado por los tambos, de acuerdo con cifras de la industria. Hasta el 23 de enero, las usinas lácteas habían recibido un valor promedio diario de 18,65 millones de litros, dos por ciento menos que lo receptado en igual mes del año pasado, cuando los productores lecheros entregaron 19,03 millones de litros diarios.
El buen estado general que exhibía el rodeo lechero y la disponibilidad adecuada de reservas han logrado disimular, al menos en los primeros meses del año, las consecuencias de la sequía. Sin embargo, los productores aseguran que la productividad se reducirá entre los meses de otoño e invierno, debido a una menor disponibilidad forrajera.
Reclamo por el precio. A través de la Mesa Nacional de Lechería, los productores lecheros rechazaron ayer la negativa de la industria láctea a incrementar el precio de la leche.
En un contexto de costos de producción creciente, los productores consideraron inaceptable la postura de la industria, debido a que el valor de la materia prima viene disminuyendo desde junio pasado,“Período en que la industria se vio altamente favorecida por una fuerte exportación a precios muy rentables, y un consumo interno con buenos precios y muy demandante”, sostienen las entidades rurales que conforman la mesa lechera.
En defensa de su posición, la industria aclara que también se ve afectada por el aumento en los costos y que la situación respecto a los valores percibidos por los productores es muy heterogénea. Los empresarios aseguran que no hay una sola capacidad de pago y que cada industria tiene la suya en función de su estrategia comercial, que incluye el abastecimiento interno y la exportación.
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