Atilra finalmente selló la paritaria en 36,9 por ciento, más un extra

Al mes de mayo, cada trabajador costará un promedio de 62 mil pesos.
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Al mes de mayo, cada trabajador costará un promedio de 62 mil pesos.
Por Elida Thiery – El clima no solo afectó en el último año a la producción, sino que también hizo su jugada en la paritaria de los trabajadores de las industrias lácteas.
Ya las inundaciones de abril habían conseguido calmar las ambiciones y a mediados de 2016 se avanzaba solo sobre un 23 por ciento temporal, que quedó por concluirse en una puja que para fin de año estaba por demás candente.
Parecía que las industrias se impondrían con intensidad, para que la gremial no logre números por sobre la inflación, pero el tema costó demasiado.
Grandes y chicas querían no sobrepasar el 35 por ciento anual total, sin embargo, las cartas estaban del lado de quienes vienen con el aval absoluto de los diferentes gobiernos. Las nuevas lluvias de enero calmaron los ánimos solo por unas semanas, sin aquietar la pelea interna que termina decantando de manera alterantiva con la carta firmada por el propio «Etín» Ponce en las últimas horas. Lo cierto es que el jueves se consiguió acercar posiciones y sumar al porcentaje inicial 13,9 puntos más. Esto significa un recorte de unos cuatro puntos respecto de las últimas charlas a comienzos de enero.
Pero la suma total de 36,9 por ciento para 2016/2017 no queda solo en eso sino que durante este mes de febrero cada empleado deberá recibir un aporte no remunerativo excepcional de tres mil pesos, para compensar el atraso del cierre de negociaciones.
Entonces hagamos el recorrido de uno de los mejores acuerdos a nivel nacional. La categoría más baja de la escala salarial de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina pasó en mayo de 2016 de 15.716 pesos a 19.330 en octubre, con lo cual al terminar de cubrir el 13,9 añadido, entre febrero y mayo con algo más del cuatro por ciento mensual, se dejará a la categoría inicial en 22.017 pesos de básico, a lo cual se añaden todos los pagos extraordinarios por labores en fines de semana, feriados, contraturnos, entre otras cuestiones. Agregando todo tipo de pagos, no queda de lado un item importante que es el «aporte solidario», esto que fue creciendo desde 2009, tan cuestionado por las pymes que tienen a su favor un fallo judicial para no abonar los que ahora están rasguñando los cuatro mil pesos por mes.
Por lo tanto, a grandes rasgos podemos seguir calculando que para una industria cada trabajador le costará a mayo un promedio de 62 mil pesos.
En medio un mercado interno colapsado, precios de lácteos que subieron en los últimos días, incluso en el marco de los Precios Cuidados. En tanto, la principal cuenca lechera colapsada por el agua y la falta de obras hidráulicas, la recepción de materia prima caída al menos al 40 por ciento. Un 2016 con 14 puntos menos de producción de leche en general.
Un Gobierno Nacional que no pudo generar un mercado internacional, no resolvió el conflicto con la fase comercial, negó y retomó la emergencia del sector, mientras las industrias tratan de pegar todos los manotazos posibles para no caer, aunque las más chicas parecen no tener muchas alternativas.
Pero no hay que desenfocarse de las concesiones constantes, de todo lo que la industria aceptó durante años, del temor a las tomas de plantas que hicieron avanzar a situaciones indeseadas y de las que aún no se sabe ni cómo salir, ni cómo enfrentarlas, con negociaciones donde siempre gana la gremial y con un poder bien sustentado.
La lechería sigue en emergencia, con la urgencia de replantearse muchos aspectos, desde cómo se produce en los tambos, cómo lo manejan las industrias, cuánto influye la gremial lechera y la pericia de quienes toman decisiones políticas, que al momento solo han dejado tendidas expectativas, sin cumplimiento alguno de tanta pericia expuesta previo al acceso a los cargos.
Quizá esta «selección natural» que hace por segunda vez la lluvia en un año ayude a esa idea que en voz baja recorre los pasillos del Ministerio de Agroindustria, de hacer decantar a quienes tienen menos eficiencia, entre campos e industrias, pero nadie piensa en el impacto secundario, no el de mejorar el negocio o darle otras condiciones, sino el de detonar a una pieza clave de la estructura alimentaria, así como del interior del país.
Toda esta mezcla de efectos no cesa en este enero, sino que deberá transcurrir un tiempo que se hará largo, para poder leer realmente la consecuencia a mediano plazo de tanto impacto.
http://www.diariocastellanos.net/noticia/atilra-finalmente-sello-la-paritaria-en-369-por-ciento-mas-un-extra

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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