La ejecución de las tareas comenzó en febrero pasado en la colectora de Ruta 70 Este. La empresa invertirá casi seis millones para mejorar la provisión de gas de su planta de Bella Italia.
La empresa Sucesores de Alfredo Williner S.A. inició hace tres semanas la obra de ampliación del gasoducto de alta presión que alimenta su planta industrial de Bella Italia, que comprende actualmente trabajos en la Ruta 70 Este y en una segunda etapa en calle Rio de Janeiro y un tramo de la avenida Aristóbulo del Valle. Se trata de un proyecto que demandará una inversión superior a los 5,7 millones de pesos y que tiene un plazo de ejecución de seis meses, según figura en el Decreto Nº 38.532 de la Municipalidad de Rafaela, firmado por el intendente Luis Castellano y la secretaria de Desarrollo Urbano, Suelo y Vivienda, Mariana Nizzo, en septiembre del año pasado.
«El motivo de la obra es mejorar el abastecimiento de gas para la planta de Bella Italia», afirmaron desde la compañía láctea ante una consulta efectuada por LA OPINION. En los fundamentos de la norma municipal, se destaca que «la empresa Sol Ingeniería S.R.L. solicitó permiso para hacer uso y ocupación de la vía pública con el objeto de ejecutar obra subterránea que se utilizará para refuerzo de gas en alta presión para la empresa Sucesores de Alfredo Williner S.A., a ejecutar sobre Av. Aristóbulo del Valle, calle Rio de Janeiro y calle colectora de la Ruta Provincial N° 70».
Al describir las características técnicas del proyecto, que «cuenta con la visación de Litoral Gas», señala que «el tendido comprende un total de 2.300 metros de cañería subterránea de 8 pulgadas» que se colocará a «una profundidad de 1,50 metro en espacio público». En este sentido, consigna que esta ampliación de la infraestructura de gas «se conectará al tendido existente, correspondiendo aproximadamente 710 metros sobre Av. Aristóbulo del Valle, 540 metros sobre calle Rio de Janeiro y el resto sobre la colectora de la Ruta Provincial N° 70 hasta el gasoducto existente».
El decreto del gobierno municipal autoriza en su artículo 1º «a Sol Ingeniería el uso y ocupación de la vía pública, para la ejecución de 2.300 metros» en un «plazo declarado de 150 días hábiles. Un aspecto a destacar figura en el cuarto punto, en el que se indica que «previo a la iniciación de cualquier tipo de trabajo, el permisionario deberá presentar una nota, responsabilizándose de los daños ocasionados por la obra, en el caso que se produzcan los mismos, de las roturas a efectuar como de los costos de sus reparaciones».
Entre las obligaciones que deberá cumplir la empresa constructora, figuran la necesidad de «notificar por escrito, y con una anticipación mínima de 48 horas a la Dirección General de Coordinación de Control Público, los cortes y/o estrangulamiento de calzadas que interfieran al libre tránsito vehicular». Además deberá «colocar señalización indicativa de seguridad y balizamiento nocturno de la obra» y «denunciar toda modificación y/o alteración que se produjera durante la ejecución de la obra del proyecto».
El Municipio también exigió a la empresa encargada de la ejecución del proyecto la constitución de un fondo de garantía por algo más de 500 mil pesos, la cual será retenida hasta seis meses después de finalizada la obra. Pero además la contratista deberá abonar a la tesorería del gobierno local el 8 por ciento sobre el monto de obra, lo que representa casi 460 mil pesos, en concepto de Tasas por Verificación e Inspección de Obras e instalaciones en el Dominio Público, lo cual está establecido en el inciso f) del artículo 128° de la Ordenanza Tributaria N° 4.569.
Por último, la Municipalidad se reservó el derecho de «revocar la autorización emitida y/o disponer la inmediata paralización de la obra para el caso de incumplimiento total o parcial por parte del permisionario, de las obligaciones asumidas en la presente norma».
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