Un economista chino, dijo que el tema refleja muchos de los grandes problemas que enfrenta China, como la credibilidad del gobierno, la reputación de los fabricantes y la contaminación ambiental
Un funcionario chino anunció recientemente que la mayor parte de la leche en polvo para bebés en China está bien, pero traten de decirle eso a los miles de chinos que viajan a Hong Kong para comprar productos no contaminados.
El número de personas que compran reservas de leche en polvo en Hong Kong se volvió tan alto que el gobierno aprobó una ley de ‘sólo dos tarros’ diciendo que nadie podría comprar más de 1,8 kilogramos de leche para sacar del país, pero incluso después de eso, ocho contrabandistas de leche fueron detenidos durante el primer día. La pena por violación es dura: $ 500.000 dólares de Hong Kong ($ 64.515 dólares estadounidenses) y dos años de prisión.
Todo eso es porque, después que el portavoz del régimen, Lyu Xinhua dijo al público que no hay de qué preocuparse, el público quedó indignado. Lyu es portavoz del órgano asesor del Partido Comunista que, junto a una legislatura que todo lo permite, sostiene un conjunto importante de reuniones políticas en Beijing desde el 3 de marzo. Se refirió a un informe de las autoridades de cuarentena en China, diciendo que el 99% de la leche en polvo en el país es buena, agregando, “creo que los departamentos pertinentes ya tomaron medidas y los problemas se abordarán gradualmente”, según China Daily.
Sin embargo, la gente no quedó convencida. “Independientemente de lo que dicen, la gente hace todo lo posible para traer leche desde el extranjero y rechazar los productos nacionales”, afirmó Xiang Qingyu, padre de un bebé que fue envenenado por leche en polvo contaminada, a Radio Sonido de la Esperanza (SOH). “Desde el año 2008, las personas perdieron su confianza en la leche en polvo nacional. Ponen en duda la calidad, más que antes”.
En 2008, hubo un escándalo público significativo sobre leche en polvo que fue contaminada con melanina. El régimen dice que 300.000 bebés fueron lastimados, incluyendo seis fallecidos, pero Xiang dice que el número podría ser múltiplos de eso, a juzgar por la renuencia de los médicos a diagnosticar su propio hijo con cálculos renales.
Lin Zixu, un analista independiente de los asuntos de China, dijo a SOH que el escándalo de la melanina fue “un incidente vergonzoso” y los funcionarios chinos deberían sentirse avergonzados, pero en cambio Lyu trató de encubrir la imagen del régimen.
“Los turistas chinos provocaron una escasez de leche en polvo en muchos lugares de Europa, América, Australia y Hong Kong”, dijo Lin. “¿No indica esto que hay un problema con la leche en China?”
Basado en la declaración del 99% de Lyu, aun si la mayor parte de la leche es realmente segura, eso significa que unos 200.000 bebés en China están consumiendo productos de mala calidad. “¡Eso sigue siendo un número enorme!” Dijo Lin.
Las declaraciones de Lyu Xinhua también fueron criticadas en Kdnet, el foro en línea popular.
“¿Qué fórmula toman los nietos de Lyu Xinhua?”, escribió un comentarista.
“Explicaría el portavoz, por favor, ¿cuáles productos del 1% para que los padres los puedan evitar?”, preguntó otro. “Si realmente él sabe la respuesta, ¡sería difícil decirlo!”
Un tercero dijo: “todos los funcionarios involucrados en el incidente de la leche en polvo contaminada de Sanlu mantuvieron sus posiciones. ¿Cómo pudiera el público tener alguna confianza con todo eso?”
El prominente economista chino, He Qinglian, abordó el tema en su último comentario. “La baja calidad de la leche en polvo, ese hecho refleja mucho de los grandes problemas que enfrenta China, como la credibilidad del gobierno, reputación de fabricantes, contaminación ambiental y sus efectos en la cadena alimenticia”.
He señaló que, a pesar de su rápido crecimiento económico como la segunda economía del mundo, China ni siquiera puede satisfacer las necesidades de sus propias madres para dar leche en polvo saludable a sus hijos.
“Desde cualquier ángulo que se mire, se trata de una tragedia para China. Es el resultado de innumerables farsas políticas, una encima de otra. Si incluso pequeñas latas de leche en polvo no tranquiliza la mente de las madres chinas, ¿puede realmente Beijing convertirse en el sueño de una superpotencia?”
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