El productor Alberto Guendulain se vio obligado a trasladar sus vacas a otro campo. Las pérdidas que sufrió alcanzan los 400 mil pesos
Alberto Guendulain es productor tambero de la zona de Ucacha. Las lluvias excepcionales del 17 de diciembre pasado le generaron pérdidas de alrededor de 300 mil a 400 mil pesos. Ssu campo se inundó, sufriendo la muerte de terneros y la destrucción de reservas de alimentos –como alfalfares-, además de roturas de bolsas de alimentos.
Toda esto lo obligó a trasladar su tambo a otras tierras, para evitar seguir su-mando daños. Guendulain sostuvo que aún su propiedad está bajo el agua y, mientras espera por poder recuperarlas, se lamenta no sólo por los perjuicios económicos que sufrió sino aún más: porque una familia de tamberos perdió su trabajo, como así también un planchero. “Esto es lo más grave, porque las pérdidas materiales de alguna forma después se recuperan”, se lamentó el productor. Sus tierras aún están bajo el agua y aún no logró autorización para realizar alguna obra que le permita liberar los excesos hídricos.
Respecto de lo ocurrido en su campo, tras los 140 mm caídos en la madrugada de ese día, señaló: “Tenía el tambo al norte de Ucacha, pero se inundó de tal manera que tuve que irme porque los terneros se morían ahogados. Además no nos había quedado lugar donde darles de comer a los animales. Y también era imposible sacar la producción”.
Ante este panorama, Guendulain decidió trasladar los animales hasta Ucacha, arriándolos, y de allí en un camión a otro campo de Bengolea. “No nos quedó otra alternativa. Además la gente a cargo del tambo tenía que caminar de 6 a 7 km y ahí nosotros íbamos a buscarlos para poder ir a hacer las compras en el pueblo. Los caminos están llenos de cárcavas y agua”, relató.
Según un cálculo estimativo realizado por este productor, las pérdidas de reservas, lo que se llevó la piedra y la pérdida de animales y de producción trepan en total de 300 mil a 400 mil pesos.
Consultado si después de lo ocurrido recibió algún tipo de ayuda o consulta por parte de funcionarios provinciales, señaló que no: “Sólo los intendentes de Bengolea y Ucacha fueron muy solidarios. Por sus gestiones vinieron agentes secundarios de Dipas para ver la situación y con buenas intenciones. Pero no pasa por ahí. La cuestión es que no tienen presupuesto para hacer obras”.
“Mi campo sigue teniendo muchísima agua. Están haciendo trabajos para sacarla del camino colindante, pero aún hoy nadie me da una autorización para hacer por lo menos una salida para el agua y que pueda volver a producir porque realmente en las actuales condiciones es imposible”, agregó.
Más allá que el fenómeno climático fue el causante de este desastre en la zona, el productor señaló además que el problema se agravó porque falta un ordenamiento de las aguas. “Cada uno hace lo que le parece con las aguas. Si yo hubiera hecho lo que otros, seguro que ya no tendría problemas. Se abren canales y no piensan en el que está más abajo”.
Por último, dijo que lo que falta es hacer un trabajo en toda la cuenca, puesto que las aguas deben seguir su curso natural. “Esto es lo que le reclamamos a Dipas. Que hagan obras respetando el curso de las aguas”, finalizó.
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