Por Elida Thiery – Afortunadamente ya les habíamos advertido a nuestros lectores y productores que el anuncio de la semana anterior del Ministro de Economía tenía mucho de ficticio.
El 12 de agosto se publicaba en el Boletín Oficial con bastante demora que la Nación iba a extender por tres meses la compensación a los tamberos, hasta ese momento bajo los términos de hasta 2.900 litros producidos diarios, como se venía dando, pero con la salvedad de poder incorporar por única vez y de manera retroactiva a quienes tengan las condiciones mencionadas y se inscribieran hasta el 20 de agosto. Sin embargo, con el anuncio del miércoles pasado de Axel Kicillof, supuestamente el espectro se ampliaría «al 97 por ciento de los productores tamberos y al 82 por ciento de la producción», como hacía alarde el funcionario. Pero el giro de no tanta inclusión estaba puesto en que este anuncio de llegar a los primeros seis mil litros de todos los tambos se hacía a horas de vencer el límite de inscripción en el registro de la Secretaría de Comercio Exterior, hecho que también lo advertíamos en las páginas de CASTELLANOS.
Con algunos medios anoticiándose ahora, que quedó plasmado esto nuevamente en el Boletín Oficial y en la Resolución 769 del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, nadie advirtió la superposición de fechas, por lo tanto, el anuncio y sus desagregados podrán entonces alcanzar a muy pocos del universo pretendido de unos 10.500 posibles beneficiarios.
La ilusión del Gobierno está puesta en que se alcance un efecto positivo en las próximas elecciones, sin embargo, tan solo con este anuncio se empezó a relegar la negociación en la Mesa Técnica por el precio de la leche, que la semana pasada directamente no se convocó. Es imperioso recordar que hoy con 30 centavos, los tamberos no llegan a sumar tres pesos en sus liquidaciones totales y eso habla del deterioro de la cadena.
Costó pero llegó un llamado a las entidades que siguen participando, destacando que ya ni el Centro de la Industria Lechera, ni Atilra, ni Confederaciones Rurales Argentinas participan más, por lo tanto, será hoy a las 11 que finalmente traten de volver a sentarse algunas instituciones, Apymel y los funcionarios de la Secretaría de Comercio Interior, con algún enviado de la Subsecretaría de Lechería, para hacer de cuenta que se va a llegar a algo en un debate en el que pocos lo toman con seriedad, no siendo justamente la postura de quienes toman las decisiones finales.
Hace dos semanas se había concretado una postura de analizar internamente la intención de generar un fondo compensatorio, con aportes iniciales del Gobierno y sustento de las empresas que exportan, para soportar de alguna manera las ecuaciones de las que no; y al mismo tiempo, poder pagar la materia prima de una forma desdoblada, con una base en el mercado nacional y el resto por el excedente para exportación, de esa manera se conseguiría una mejor valoración de la leche cruda. De todas formas, aunque se cuenta con la conformidad de las pymes, se precisa la anuencia de las grandes empresas que ya no participan de los encuentros, por haber encontrado en cada cita una fase de acusaciones y malos modos que desvirtuaron el origen de ese tipo de compromisos.
Con la desesperación de algunos dirigentes por no poder cumplir las promesas de elevar de golpe el precio pagado al productor y afrontar así la realidad de las negociaciones en este marco político y económico, no se puede dejar de mencionar una nueva caída en los precios.
Si bien Fonterra la semana pasada ofreció cotizaciones orientativas un poco más altas, pero sin rasguñar los 1.900 dólares por tonelada de leche en polvo, el efecto no se va a cristalizar en nada en nuestro país. Como ya se anticipaba entre abril y mayo, son varias las empresas que ya empiezan a manejar el valor de los 2,50 pesos por litro al productor, por una lógica de desborde de materia prima por efecto estacional de la primavera, que se podría decir que no supo evitarse con ninguna herramienta de promoción de exportaciones que se vino pidiendo, incluso desde antes de la explosión de la crisis lechera. Ante la falta de acción, también como se dijera en este mismo espacio, siempre los perjudicados son los tamberos, pero también se teme por la consecuencia directa en las pymes más débiles, en todas las cuencas, además de generar bases más endebles, incluso en las estructuras industriales más grandes.
La lechería hoy por hoy no tiene una contención adecuada y sus consecuencias, a esta altura y con semejante desidia, son incalculables.
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