La semana anterior, poco después que en este Diario se denunciara la situación de emergencia que están viviendo unos 30 tambos de la zona de Ataliva por la falta de servicio eléctrico, estuvo en la ciudad el titular de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
Daniel Cantalejo fue consultado sobre los reclamos hechos justamente por los productores que hace tres décadas habían trabajado desde 1983 para establecer el tendido de una línea eléctrica rural, que con un espacio propio y movilidad se inauguró en 1985. Todo eso hoy está desatendido, con un solo empleado, sin una camioneta para poder hacer mantemiento, mucho menos reparaciones más complejas; y luego de las tormentas del verano, la falta de servicio aqueja a los productores agropecuarios que en su momento invirtieron para lograr esto y hoy además de los problemas sectoriales conocidos, afrontan el deterioro de su producción por la falta de luz en el campo, que no sólo sirve a los equipos de frío, sino que hace a la mejora en la calidad de vida cotidiana, desde lo más esencial.
“Nosotros estamos charlando, no solamente con los tamberos, sino con los productores rurales. Hay un déficit normativo en todo lo que es la política de electrificación rural, a través de la Ley 6604, que es muy antigua, porque los niveles de inversión que necesita el sector rural no están realmente contemplados”, comenzó a explicar Cantalejo. “Hoy hay un proyecto de Ley que ya tiene media sanción del Senado, que es la creación de un fondo de electrificación rural, que nos va a permitir, en la medida que se transforme en ley por su tratamiento en Diputados, una política más eficiente, que pueda dar respuesta a todo esto a nivel provincial y puntualmente a estos reclamos”. Lo que añadió es que “no hay soluciones mágicas, sino que no hay otro secreto más que la inversión en sistemas de mayor jerarquía, que por ejemplo soporten más los vientos que son fuertes y lo hagan de una manera eficiente. Por eso la Ley que deberá seguir su tratamiento va a permitir contar anualmente con un fondo anual de 50 a 60 millones de pesos, para encarar obras y dar soluciones, nuevas líneas, pasar líneas monofásicas a trifásicas, de acuerdo a las necesidades que hoy tiene el sector rural, por eso creo que es una herramienta muy importante para revertir con fuerza todas las políticas que se están reclamando”.
De todos modos, esta contestación que Cantalejo hace a los pedidos de los productores queda lejos de la solución, ya que quienes siguen sin servicio en los campos no pueden seguir esperando. Deberá entonces la EPE activar alternativas de emergencia para subsanar estas falencias, mientras que la Legislatura termine de definir los lineamientos de esta Ley que tiene media sanción y sigue esperando.
Cantalejo volverá a Rafaela y la zona en unos dos meses, quizá se pueda arribar a ese momento con todas las líneas reparadas, para que a partir de allí se pueda seguir avanzando en la mejora del servicio.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) –
