Prospera el silencio oficial en cuanto a las soluciones ante la crisis lechera y el encuentro se pospondría por unos diez días. Siguen las bajas en los precios y la primavera, que viene muy generosa, seguirá acrecentando los riesgos en los tambos más pequeños.
En las últimas horas, la lechería regional vivió una nueva demostración de la segmentación que sufre a través de las políticas, pero sobre todo, por medio de quienes las llevan a cabo.
Tres semanas pasaron del final de los bloqueos, de millones de litros de leche desaprovechados en pos de una protesta que fue malograda por la firma de un acuerdo de los representantes gremiales tamberos estrechamente vinculados con el Gobierno, en circunstancias poco claras. Supuestamente, los precios de mayo son los que deberían estar rigiendo, luego de las protestas del inicio de julio que fueron las que motivaron una suerte de compromiso para sostenerlos, no existió tal cosa. Llegaron los bloqueos, el conflicto creció, el Estado nacional no supo mediar.
Fue un alto funcionario el que dijo “que se arreglen entre ellos”, refiriéndose a industriales y productores, dando una demostración más de la distorsión vigente sobre lo que realmente significa la función pública y al a vez, desconociendo el impacto de la lechería en niveles económicos y sociales.
La efervescencia del conflicto no se apaciguó. La crisis sigue estando, a pesar de la firma de los amigos del poder en un papel que jamás tuvo peso, partiendo de la base de un criterio de probabilidad bajo de acuerdo a las falencias en las ecuaciones de las industrias, que son las que vienen generando el deterioro de precios por todos conocido, que en las pymes es más notorio aún.
Saben quienes firmaron por la producción, y también los entornos que avalaron esa acción, que los tamberos no están nada conformes. Ese malestar se paga con el costo de la condena social, de allí deriva el silencio de quienes se entusiasmaron durante un mes con la mediatización de la protesta. Llama poderosamente la atención que quien debería bajar un mensaje alentador para los productores sea el primero en decidir no emitir palabra al respecto.
Luego que su puesto como subsecretario de Lechería dela Naciónhaya conseguido un poco más de oxígeno en la madrugada del viernes 10 de agosto, Jorge Videla, se aferró al sigilo. Buena o mala la decisión, no hace más que alimentar un deterioro de su imagen; y sobre todo sigue colaborando con la falta de respuestas hacia el sector para el cual en teoría trabajó y donde no se ha volcado mejora visible en los años de gestión.
Con una liquidación única, que fue durante meses su bandera de promoción, fuera de aplicación real, ya que el precio final de la producción se sigue dando por litro, el compromiso de subir el valor de los sólidos a partir del acuerdo de Rosario pierde más peso, porque además de no poder contemplarse con exactitud en cada entrega, la proyección de más producción para la primavera ya es una realidad y creciente por las buenas lluvias que hacen de la alfalfa el motor de la expansión que en el país no tiene espacio ni retribución paralela.
Yauhar dijo que quiere más leche, pero mientras el precio no mejore, lo que se va a lograr es un crecimiento para pocos, por ejemplo, para aquellos que hoy con importantes sumas de dinero salen a comprar los mejores rodeos de la zona, a los más chicos y milagrosamente los convierten en rentables.
Hace tres meses que la mayoría de los tamberos, que cobran de manera similar hace más de un año, tiene un deterioro de al menos seis centavos por litro de leche, mientras la industria al menos elevó en 16 por ciento sus precios de productos y en las góndolas la inflación tiene también ese ritmo. Al no existir la negociación individual entre productores e industriales, el deterioro es mucho, pero también se replica en el modelo de las cooperativas, que tan mencionado es por el Gobierno, pero lo cierto es que sólo para citar un ejemplo, de una que comercializa 90 mil litros diarios, sin conocer hoy el precio por la leche entregada durante agosto, tuvieron para junio 1,5440 por litro; y un centavo menos para las liquidaciones de julio con 1,5338, ya que son varias las industrias que bajaron los precios a pesar de las recomendaciones del Secretario de Comercio Interior, como es el caso de Corlasa o Verónica.
DOS CITAS QUE FUERON UNA
Ya sin correos electrónicos masivos,la Mesade Productores de Leche de Santa Fe convocó a sus afiliados a principios de la semana a dos encuentros, el viernes a las 17 enla Comunade Suardi; y el sábado a las 10, en el Club Deportivo Independiente de Ataliva.
En Suardi hubo dos encuentros, uno cerrado, sólo para afiliados ala Mesa, pero no a todos, ya que con custodia policial eran todos seleccionados para el ingreso, donde hubo un debate sobre la continuidad de Oscar Poi al frente del sector santafesino de los tamberos K. Buscando el respaldo de las comunas, luego hubo otro encuentro en el que se presentaron lineamientos para una futura Ley de Lechería, que debiera debatirse entre producción, representantes, Estado, industria e incluso la intocable fase comercial.
Hubo agrado por no haber escuchado improperios en el encuentro, sin embargo, se suponía que ayer en Ataliva el clima quizá iba a enrarecerse más. Allí la intención era que se genere una sola reunión, de la que participen todos los tamberos, sin importar afiliación alguna; y del mismo modo, todos los integrantes de la cadena productiva afectados por la crisis sectorial, quizá con la presencia de algún dirigente crítico con la gestión del Gobierno, los funcionarios Jorge Videla y Roberto Socín no iban a estar cómodos. Sin embargo, cerca de la primera hora del día sábado definieron que la reunión no se iba a llevar a cabo, porque el Subsecretario debía regresar de inmediato a Villa María, por motivos personales.
A primera hora de ayer hubo una comunicación con el Presidente Comunal de Ataliva, para que comience a anunciar la supresión del encuentro, que se pospondrá ahora por unos diez días. La cadena de llamados y la promoción por medios radiales no alcanzó a llegar a todos y algunos productores se presentaron frente al Club a la hora 10.
Sin la presencia del Director de Planificación Estratégica, el sunchalense Socín, siquiera, quienes allí se reunieron reclamaban por la falta de comunicación que hizo que varios productores de la región no hayan sabido sobre la cancelación de la reunión.
El panorama de la lechería no se aclara, no hay señales de arreglo sobre tantos desajustes que hace años se producen, a pesar de las negaciones clásicas de la administración. Sin llegar a soluciones completas, en el campo se aguarda, al menos, por un sinceramiento que sea el que derive en una transparentación que comunique con el acceso a los puntos esenciales de orden sectorial.
Por Elida Thiery (redacciónLA OPINION) –
