“Este es un establecimiento que tiene más de 50 años de lechería. Fue iniciado por nuestra abuela y nuestros padres. En el año 2007, iniciamos el encierro de las vacas porque la agricultura empezó a apretarnos con el tema de los alquileres. En ese año, los campos donde se hacía la recría eran de baja calidad y como vino el boom de la soja empezaron a tomar precio los granos y entonces tuvimos que empezar a intensificar. Para ello probamos el primer año con la recría y después en 2008 nos animamos a encerrar todos los animales. La idea era intensificar y creo que una de las fortalezas que tiene el sistema es que hay que maximizar los recursos de la tierra y de los animales. Había que buscar sacarle el jugo a las vacas y a la tierra para lograr productividad, para poder licuar los costos y poder hacer sustentable el sistema”, dijo Mauricio Mercol, propietario del establecimiento La Emilia.
Don Aladino – Raúl Barrea
“Con respecto a los números nos fijamos objetivos. El primero era global, llegar a los 5.000 litros. Después a los 7.000 y luego a los 10.000, que también los superamos. Hoy estamos llegando casi a los 15.000 litros y en productividad estamos en 12.000 litros por hectárea por año y creemos que tenemos todavía mucho por crecer en ese aspecto”, dijo Raúl Barrea, del establecimiento Don Aladino.
“ El bienestar del personal y de las vacas está por encima de otros factores de producción. Queremos cambiar el eje de lo que es el trabajo del tambero, creemos que es una profesión muy noble”, concluyó.