#Argentina: ROE blancos complican a los productos frescos

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A mediados de julio se conoció la última decisión de la Subsecretaría de Lechería de la Nación, sobre la ampliación de los permisos de exportación para los lácteos, de la leche en polvo, quesos y leches en polvo modificadas con grasas vegetales, fue a partir del 1º de agosto que se sumaron el yogur y otros fermentados, lactosuero, manteca y otras materias grasas de la leche, lactosa, leche en polvo maternizada, dulce de leche, helados, caseína y caseinatos; y lactoalbúminas.
Para sorpresa de muchos, se debe reconocer que en estas primeras semanas los plazos de entrega de estos permisos conocidos como ROE Blancos se siguen dando en unos 15 días, tal como se venía haciendo antes de multiplicar el criterio.
Si bien se dijo en el inicio de la decisión pedida por Jorge Videla a la Dirección de Lealtad Comercial, que la intención está puesta en controlar los movimientos en los mercados internacionales, lo cierto es que este escollo en la agilidad de las ventas al exterior se da sin mucho sentido, ya que la medida de las ventas se podría hacer a través de la Aduana, de manera directa.
Pero las industrias lácteas saben que esta situación es una más de las que vienen superando en la última década, donde han tenido presiones para sostener los precios a los productores, esperas para la autorización de suba en las cifras de los productos, e incluso quitas importantísimas cuando se aplicaba el precio de corte, una suerte de retención fija, cuando la leche se vendía por sobre los cinco mil dólares y el estado por cada tonelada retenía casi dos mil unidades de esa moneda, para un fondo que supuestamente pagó algunas compensaciones allá por 2009, pero nunca quedó claro su destino total.
Según comentan los industriales, esta situación de espera de dos semanas es óptima, en el sentido que se siguen manejando los plazos anteriores, sin embargo las que lo sienten son las empresas que tienen una alta demanda de productos frescos desde el exterior.
Al problema lo mencionábamos hace más de un mes y es palpable, aunque el propio Videla haya corroborado alegremente el plazo mencionado, siendo simplemente el cumplimiento de una instancia que ya se venía dando. Son las industrias que producen yogures, postres y otros fermentados para refrigeración constante y consumo en un término reducido las que hayan complicaciones para poder sacar del país a los productos. Se acorta la brecha de venta, se reducen las cantidades y comienza a cerrarse una ventana de negocios que para algunos es importante.
Será así que cuando se pueda conocer un balance oficial de la medida, quizá el Gobierno se anime a contemplar una mayor agilidad en este sentido, si es que la capacidad de atención de pedidos de Registros de Operaciones de Exportación se sigue dando a término, para no resentir la salida de lácteos que se hacen con el excedente de la materia prima destinada al demandante consumo interno, pero que significan a la vez el ingreso de un importante caudal de divisas para las arcas estatales.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION). –

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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