#Argentina: Pymes lácteas, preocupadas por los aportes solidarios

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Que los costos en la lechería son la principal variable a tener en cuenta en la continuidad del negocio, no es ninguna novedad. Desde el tambo hasta la góndola, pasando por las industrias, este es el punto clave de análisis sectorial.
Con el correr de los años, la inestabilidad doméstica de esta cadena productiva, que incluye las trabas a las exportaciones, la falta de estabilidad en la determinación del precio de la materia prima, e incluso las obligaciones salariales dentro de las industrias, fueron las que determinaron análisis de todo tipo que llegan al día de hoy en el que las pequeñas y medianas empresas lácteas que subsisten activas repasen sus números al detalle.
Es en los últimos períodos de actividad que las pymes tienen una carga superlativa en sus administraciones. Teniendo en cuenta que los sueldos de los trabajadores lácteos son los que se discuten últimos en el año y los que logran mejores ajustes, eso sí, entre la gremial de trabajadores y el Centro de la Industria Lechera, dejando de lado en la negociación a las empresas de menor envergadura, es que hace un tiempo que los aportes solidarios que se hacen de manera extraordinaria desde hace cuatro años comienzan a tener otro peso en las liquidaciones mensuales de salarios.
Lo que en agosto de 2009 se pagaba 93 pesos, con el cálculo del cuatro por ciento del sueldo básico, hoy como dinero correspondiente al pago solidario trepa a 1.239 pesos, escalando al 20,05 por ciento del total inicial del salario, a lo que se añade otra suma de aporte patronal. Es entonces que en la industria nacional no existe suma de estas características tan elevada; y es en este punto donde los cálculos económicos de las pymes se escapan de manera excepcional, ya que en cuestiones salariales, las más pequeñas y las más grandes del sector lácteo abonan de la misma manera, en paritarias que no le dan intervención a las empresas más chicas.
Hoy el sueldo básico inicial entre los lecheros se sitúa en los 6.989 pesos, con lo cual, hace que por ejemplo el simple pago de horas extra haga que todos los trabajadores terminen tributando el Impuesto a las Ganancias.
Aquí colisionan dos problemáticas, la de las empresas para poder afrontar gastos de tipo salarial que exceden las ecuaciones más sencillas, pero del mismo modo, las de Atilra, que es una de las gremiales que sostiene la necesidad de una revisión de normativa tributaria en ese sentido, para no afectar a todos los trabajadores de su ala.
Desde todos los segmentos de la cadena lechera se plantea la necesidad de debatir conjuntamente estas cuestiones de cifras, para lograr un equilibrio, que incluso abarque a la fase comercial. Quizá lo que falte es un poco menos de amaño de las autoridades entre las partes, para poder unificar posturas y mejorar, en definitiva, a nivel sectorial para una mejor proyección nacional e incluso externa.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION)

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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