Tinas del Sur de San Martín de las Escobas cerró por deudas con sus proveedores. Los obreros no cobran desde octubre y están desesperados.
Los 50 trabajadores de la fábrica de quesos Tinas del Sur de San Martín de las Escobas pasarán Navidad sin dinero porque la patronal no les paga desde octubre, y con la incertidumbre de qué pasará con la firma, que está parada desde hace tiempo por falta de pago a los proveedores. Hace más de dos semanas que los empleados acampan en un monte frente a la planta láctea, a la que mantienen tomada para resguardar sus bienes y algo de mercadería que aún queda dentro.
La firma, otrora «El Danubio», supo procesar 120 mil litros diarios de leche. «Desde noviembre no entra ni un litro porque no la pagaban», denunciaron los propios empleados.
«Se acercan las fiestas y nosotros seguimos sin cobrar y sin saber qué va a pasar con nuestra fuente de trabajo. Nadie nos informa si hay nuevos inversores, o si se va a cerrar para siempre, que es lo que más nos preocupa. La mayoría hace más de 15 años que trabajamos en la planta. Estamos desesperados», se lamentaron los obreros, que se manifiestan en forma pacífica, acompañados de sus familiares y miembros de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra), gremio que los nuclea.
«Los trabajadores en este momento se esfuerzan por mantener la fábrica tal cual está, para evitar su vaciamiento y que los dueños luego no argumenten que no pagan porque no hay nada. Los empleados saben que la firma es competitiva y la protegen por si alguien quiere hacerse cargo», comentó a La Capital el presidente comunal de San Martín de las Escobas, Víctor Banchio.
Mientras tanto, el mantenimiento de las instalaciones «lo hacen con fondos del sindicato y desde la comuna los asistimos con combustible para el grupo electrógeno —la empresa proveedora de electricidad cortó el servicio por falta de pago—, para que la mercadería no se eche a perder y que por lo menos tengan agua fresca», agregó el jefe comunal, y observó que «todo el pueblo está sensibilizado por esta situación».
La patronal «ha dado muy pocas señales de vida, sólo envió algún mensaje tranquilizador a través de terceros. Tal vez tenga la intención de resolver la situación, pero a los empleados se les acabó la paciencia», remató Banchio.
Antecedentes. En su edición del 22 de noviembre último, La Capital ya daba cuenta del conflicto. Según explicaron entonces los obreros, «la situación de precarización se comenzó a vivir con los antiguos dueños, que en los últimos años dejaron de cumplir con el pago de aportes y la obra social de los trabajadores». Explicaron que con los nuevos, llegaron las dificultades para pagar los sueldos y se sucedieron las reuniones ante el Ministerio de Trabajo con la mediación de los representantes de Atilra.
«Desde julio los sueldos comenzaron a pagarse en dos cuotas que luego también incumplieron», explicó un obrero, y agregó que el sueldo de septiembre «lo pagaron en tres cuotas» y luego cesaron los pagos, con lo cual «violaron lo acordado en Trabajo. Y no solamente adeudan sueldos, sino que les deben a los productores, al sindicato y a la obra social».
Tras la publicación de estas denuncias, hace un mes, salió al cruce el presidente del directorio de la empresa, Sebastián Curet, quien a través de un comunicado aseguró que la situación se normalizaría «a partir de este diciembre, cuando se actualice totalmente el pago de haberes».
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