Fueron 13 años ininterrumpidos de desarrollo para la muestra de lechería del Mercosur, desde la Sociedad Rural de San Francisco.
Un emprendimiento privado, llevado a cabo por la firma Infortambo, había logrado instalarse en la agenda de muestras en el promedio de cada año, desde uno de los puntos más salientes de la cuenca lechera. Habían sido los concursos de calidad de lácteos, como dulce de leche y quesos, la reunión de las industrias grandes y pymes, el espacio para el gremialismo tambero, las capacitaciones y sobre todo la apertura de un paseo específico para el sector lo que le habían dado trascendencia. Pero a partir de 2008, en un reclamo silencioso de las empresas, se comenzó a resentir la presencia, al menos visual de las marcas que hacen a la lechería argentina, sin embargo por un tiempo más la estructura se mantuvo en cuanto a la participación dentro de la exposición, aunque no con stands. Nunca faltó el apoyo de las provincias lecheras, ni de la Nación, pero en este 2013 el recorrido del predio rural mostró algunas ausencias, a pesar que el crecimiento en cuanto a la pista de la raza Holando haya sido remarcable.
No fue un buen año, teniendo en cuenta que aún se adeuda el alquiler ante la institución sanfrancisqueña, e incluso respecto a algunas empresas de la región, por parte de los organizadores. Pero el punto clave, más allá de la deuda, que es algo que se podría refinanciar sin inconvenientes, es la duda que tienen los organizadores al momento de reservar la fecha para 2014.
Confirmado por este medio la falta de seguridades se cimenta en la evaluación de un predio de ocho hectáreas sobre la circunvalación de Rosario, para mudar la muestra. Claro que esto tendrá una consecuencia en nuestra región, ya que siempre que existe un evento convocante las repercusiones económicas se sienten, incluyendo a Rafaela que recibía incluso a algunas visitas en hoteles de nuestra ciudad, durante los días de exposición.
Rosario tiene puntos a favor y en contra. Muchas exposiciones durante todo el año pueden hacer que Mercoláctea pase desapercibida, aunque también es cierto que siendo un punto intermedio en el trayecto desde la región núcleo y tambera por excelencia, con el centro del país y Buenos Aires, podría colaborar con una mayor afluencia de público. Pero claramente Mercoláctea necesita un cambio, una modificación, sobre todo si se tiene en cuenta el estancamiento del sector en todos estos años, en los que se produce el mismo volumen de leche, entre menos tamberos y por que no, entre las mismas o menos industrias.
La organización debe repensar la dinámica a exhibir, ahí está la clave del éxito de una muestra con trayectoria y potencialidad, saber leer entre líneas será esencial, tanto desde San Francisco como de Rosario.
La definición se dará en estos días y desde San Francisco, tanto la Rural, como la Intendencia, siguen gestionando para que la muestra se quede. Todo está en manos de los privados.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION)
