Con precipitaciones que superaron los 200 mm y en algunos casos llegaron a los 300 mm durante la madrugada y la mañana del 25 de febrero, la zona lechera del Oeste del departamento Castellanos volvió a mostrar su paisaje más triste. Anegamientos de caminos y tambos completamente inundados sin que el agua pueda fluir o escurrir hacia causes definidos, fueron las angustiantes postales que mostró la región.
Cabe señalar que esta zona padece este flagelo desde el año 2012, el cual se agrava con cada verano y la época de lluvias (que recién comienza). Las obras para canalizar el agua y depositarla en el Vila-Cululú (el canal principal de la región) aún no finaliza y esta situación retrasa aún más su avance.
Fuente: Nuestro Agro
http://www.nuestroagro.com.ar/newsDetails.aspx?id=1770