Como siempre, todo comienza con los rumores. Fue la semana anterior que en las oficinas de las industrias lácteas se empezaba a afianzar el murmullo de la aplicación de permisos de exportación a todos los productos de exportación.
Reside en la prédica oficial el discurso sobre la necesidad de ampliar el valor agregado en las cadenas productivas, algo para lo que se trabaja poco desde el Gobierno y se espera mucho. Sin embargo, no siendo exclusivo del segmento agropecuario, las políticas, las normativas y las ideas son tan confusas que se entremezclan las intenciones, más aún en momentos donde la necesidad de dólares no se sale a gritar con las palabras textuales, sino que se pone de manifiesto, por ejemplo, con las restricciones de moneda extranjera, con la apertura del blanqueamiento y demás ejemplos muy conocidos. Entonces, ¿cuál sería el objetivo de poner restricciones y demoras a las ventas externas de lácteos? Esto no se sabe concretamente, pero sucede con todo lo hecho en el área en estos años, incluso luego de la creación de la Subsecretaría de Lechería.
A pesar que la industria no estaba al tanto hasta el momento, ahora el Registro de Operaciones de Exportación de Lechería, ampliará su cobertura, de leche en polvo, quesos y leches en polvo modificadas con grasas vegetales como venía siendo, hasta yogur y otros fermentados, lactosuero, manteca y otras materias grasas de la leche, lactosa, leche en polvo maternizada, dulce de leche, helados, caseína y caseinatos; y lactoalbúminas.
No hay errores en esto, porque las demoras que sufrieran la semana anterior algunos envíos exportables, se debía al inicio de la modificación de esta normativa.
Con la firma de Adalberto Gabriel Rotella, director a nivel nacional de Lealtad Comercial, ya se está emitiendo un comunicado muy explícito sobre esta ampliación. “Se comunica que a partir del día 1º de agosto de 2013, las exportaciones correspondientes a las posiciones aranceladas (que fueran referidas en nuestro párrafo anterior) deberán contar con solicitud autorizada de ROE Blanco al momento de concretar la exportación”, comienza el texto que añade que las categorías mencionadas se añaden a las preexistentes en el sistema de autorizaciones para la exportación, pudiendo consultarse los detalles en la página www.ucesci.gob.ar en los anexos de las resoluciones MEyP 61/2007; Sagpya 102/2007; ONCCA 5655/2007; 3/2008; y 6686/2009.
Es relevante lo siguiente, “este requisito es a instancias de un pedido de la Subsecretaría de Lechería, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, con la finalidad de facilitar y perfeccionar la información, garantizando así la transparencia del mercado de exportaciones lácteas”.
Queda explicitado que es Jorge Videla quien pide esta ampliación de los permisos de exportación que demorarán aún más la salida de los compromisos que cada empresa tenga con el exterior. La justificación en el control de embarques no es suficiente para esta medida, ya que la aduana cumple con el relevamiento de cada envío. Lo que no se explica es el tema de las esperas que deberán afrontar las empresas para poder vender, ahora, todos los productos lácteos al exterior dependiendo de un certificado como el ROE Blanco que no tiene salida constante y que en múltiples ocasiones durante el año el Gobierno demora su entrega, mayormente para incomodar a las industrias y enlentecer la cadena económica sectorial.
En su inicio la aplicación de ROE formaba parte de un “Programa de Estabilización de Precios de Productos del Sector Lácteo Destinados al Mercado Interno”, del Ministerio de Economía que bajaba a las industrias a través de la desaparecida Oncca, disuelta por las múltiples sospechas de corrupción. Del plan de mejoras nunca se supo nada, ni repercutió en toda la cadena, pero lo que sí se puede inferir es que esta ampliada aplicación llegó para quedarse y para seguir complicando un mercado que se achica, que tiene un diez por ciento menos de leche respecto a los registros de 2011, en un sector donde nadie se encarga seriamente en el Gobierno de conducirlo, de mejorarlo.
EN VANO
A lo que sí se dedica Jorge Videla es a participar de Tecnópolis y su sector agropecuario. Junto a Ider Peretti, presidente de la Confederación General Económica, de la Sociedad Rural de Morteros y ostentando otros cargos oficiales más, el Subsecretario de Lechería, recorrió el stand del Ministerio de Agricultura, donde el Centro Genético Néstor Carlos Kirchner de Morteros aportó las vacas para el tambo modelo.
A pesar que del centro genético no se conocen resultados, pero sí los múltiples aportes millonarios de la Nación, se seleccionaron para este evento diez vacas Holando Argentino, de las que se extrae la leche y luego se pasa a una capacitación para los asistentes sobre cómo se produce el dulce de leche y los derivados lácteos.
Sería bueno que Videla cumpla con el compromiso firmado hace casi un año con productores e industriales en Rosario, en aquella confusa madrugada del 10 de agosto, donde además de determinar un precio sostenido, superado por el debilitamiento del sector y su oferta, no hubo anticipo de recursos a la producción, ni se dieron a conocer los resultados del estudio de competitividad entre los tambos y las industrias. Todas materias pendientes, todos incumplimientos, para ninguna mejora concreta y real sectorial.
Por Elida Thiery
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