«Lo que pretende el gobierno nacional, es generar las condiciones, mediante la intervención de la Secretaría de Comercio y utilizando el marco jurídico de la ley que regula la relación de producción y consumo, para proteger al productor respecto al precio de la leche». Esas fueron las palabras, días atrás, del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, con relación al conflicto tambero que promete nuevos capítulos, según amenazan los productores, si no hay novedades para la semana que viene y las industrias avanzan con su plan de recortar el precio que les pagan por la materia prima.
Semanas atrás, la última gestión oficial en la materia dejó nulo resultado, más que una foto de funcionarios nacionales con un grupo de tamberos.
Con la Casa Rosada como escenario, el encuentro entre Capitanich, el subsecretario de Comercio Interior, Ariel Langer; el director de Planificación Estratégica de la Subsecretaria de Lechería, Roberto Socin, por un lado, y el presidente de la Confederación General Económica (CGE) y referente agropecuario nacional, Ider Peretti y tamberos autoconvocados, por otro, quiso ser un principio de solución a un conflicto hoy sin cierre a la vista. Al día siguiente, industriales confirmaron que avanzaban con su plan de recorte de los precios, que hoy están lejos de desestimar, en función de la baja de los valores internacionales de la leche.
Se trata de uno de los sectores clave del consumo nacional pero sus empresas insignia, SanCor y Mastellone, se desviven por salvar sus balances mientras los tambos siguen desapareciendo.
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