El Gobierno nacional otorgó un subsidio de 3 millones de pesos para reactivar la planta láctea de Anguil, aunque el dinero se está usando en cuentagotas: el grueso del subsidio se encuentra en un plazo fijo de un banco.
El dinero es del Consorcio de Industrias Lácteas Pampeanas, conformado por industrias lácteas, el Gobierno provincial y trabajadores.
El dinero fue entregado para, entre otros puntos, apuntalar la reactivación de la fábrica Colonia Lechera Modelo, la ex-Consommé.
Actualmente está ingresando por semana un camión con unos 18 mil litros de leche para procesar en Anguil. Sin embargo, al menos requerirían tres camiones semanales.
Nación aportó 3 millones de pesos, pero casi no se usan. El ministro de la Producción de la provincia, Abelardo Ferrán, fue consultado por DiarioTextual.com y admitió que el dinero del consorcio está en el banco. ¿Por qué? «Ahora no hay poca leche para comprar y, antes de que se esfume, es preferible que esté en un plazo fijo», dijo.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con ese manejo. «Hay suficiente leche para comprar; ese dinero tiene que ponerse a producir; no puede quedar en un banco», cuestionaron fuentes cercanas al consorcio, consultadas por este diario.
Audiencia
El Juzgado Civil 15 de la ciudad de Buenos Aires convocó a una audiencia de conciliación a los dos grupos empresariales que se disputan la propiedad de la fábrica de leche en polvo de la localidad de Anguil. La reunión se concretará el lunes 11 de este mes.
Paralización
La planta estuvo paralizada hace quince días. En medio de una manifestación de empleados, la jueza María del Carmen García, titular del Juzgado Civil 2 de Santa Rosa, levantó el pedido de desalojo y solicitó al Juzgado Civil 15 de la ciudad de Buenos Aires que «revise» la medida cautelar que iba a provocar el cierre de la fábrica.
La ex-Consommé, que produce leche en polvo y ahora es llamada Colonia Lechera Modelo, es reclamada por dos grupos de empresarios. De un lado, el fundador Luis D’Espósito y, del otro, Sergio Prieri y José Luis Clerici.
D’Espósito vendió en 2009 la fábrica, en unos 7 millones de pesos, en cuotas. El nuevo grupo inversor no cumplió con gran parte del pago: adujo que no lo hizo porque D’Espósito les vendió la fábrica con deudas e hipotecas no declaradas, entre otras irregularidades.
Frente a esta situación, D’Espósito inició un juicio por rescisión de contrato en Buenos Aires. Recientemente, el Juzgado 15 de la capital federal lo favoreció con una cautelar que casi desemboca el mes pasado con el desalojo de las instalaciones.
La cuestión de fondo, es decir de quién es la fábrica, podría demorar meses en resolverse en el Juzgado 15. Para destrabar la situación, se reunirán en cinco días en una audiencia de conciliación.
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