Según un informe de la Sociedad Rural Argentina, en igual período el litro en góndola aumentó 30%.
El precio en góndola de los productos lácteos aumentó en el último año más del 30 por ciento, mientras que el productor tambero recibió en abril por cada litro de leche sólo un 9,7 por ciento más que en igual mes de 2014, según un informe dado a conocer hoy por la Sociedad Rural Argentina (SRA).
El estudio fue elaborado por el Instituto de Estudios Económicos y de Negociaciones Internacionales de la SRA y analiza datos publicados por el Ministerio de Agricultura. “Según las estadísticas oficiales el productor recibió $ 2,94 por cada litro de leche, en abril de 2014, mientras que en abril de este año percibió $ 3,23. Esto es, una variación del 9,7 por ciento en el plazo de un año”, indicó.
El trabajo comparó a partir de las estadísticas del Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (Ipccaba) que, en el mismo período, “los precios en las góndolas por un litro de leche común entera aumentaron un 32 por ciento”.
“En 2014, los consumidores pagaron $ 7,78 y este año el mismo producto les costó $ 10,30. Esta tendencia se repite en todos los derivados de la leche”, destacó el informe.
La SRA presentó la semana pasada el documento “La agenda del campo: lineamientos para la definición de una política agropecuaria argentina para el período 2015-2020” con los diagnósticos y las propuestas que entiende permitirán desarrollar todo el potencial del campo argentino. Sobre la situación del sector lácteo, el trabajo advirtió que existe un “total desfase entre los costos de producción y precio de la leche al productor” y alertó sobre la “pérdida de productividad, como consecuencia de las múltiples intervenciones gubernamentales en este mercado”.
“A lo largo de los últimos 100 años, el sector lácteo presentó una tasa de crecimiento promedio del 2,3 por ciento anual. Mientras en los últimos 15 años, sólo se logró crecer en forma anualizada al 0,23 por ciento”, remarcó.
La entidad propuso que para que la lechería vuelva a crecer es necesario, entre otras medidas, eliminar las trabas a las exportaciones, incentivar la inversión en mayor capacidad instalada en la industria (con amortización acelerada, crédito de largo plazo y devolución de IVA de la inversión), adecuar instrumentos financieros a los ciclos productivos y desarrollar nuevos mercados promoviendo una mayor inserción internacional.
Eficiencia y escala
“La lechería, en la última década, perdió una oportunidad importantísima”, lamentó Alejandro Sammartino, director de la revista Infortambo y consultor.
“Dadas las condiciones macroeconómicas, de incertidumbre de mercado y un gobierno que no va a cambiar las reglas de juego, se necesitarían créditos a largo plazo. Durante décadas los gobiernos reclamaban por la caída de subsidios, la generación de un mercado más abierto. Hoy la palabra es competitividad, que da eficiencia y escala. Los establecimientos que no crecen cierran sus puertas en algún momento”, amplió el especialista.
También agregó que “explicar el comportamiento de la lechería no puede quedar exclusivamente en el diagnóstico de que es culpa del gobierno o la industria que conspira y termina condenando al productor lechero. Creo que en realidad se explica por otra serie de circunstancias más complejas”, dijo.
“De todos modos, coincido con que el clima de negocios no es nada favorable en la Argentina y tampoco en la lechería. No podemos soslayar que el gobierno con las políticas comerciales condicionó mucho la operatoria de la lechería”, concluyó.
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