Argentina: Las #lácteas pagarán 35% más de salarios, atravesando una ruptura institucional

Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

Fue una reunión de miércoles para el Centro de la Industria Lechera, pero no fue una más. Por Elida Thiery
Además de ser la primera luego del fallecimiento de Pascual Mastellone y todo su significado, en el encuentro se selló la cifra más esperada del año para la lechería, la del acuerdo paritario con la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina por 35 por ciento de aumento escalonado desde ahora y hasta la mitad del próximo año.
Los lecheros son siempre los últimos en cerrar su parámetro de ajuste salarial pero este año en particular, el dato llega para modificar el panorama que se plantea en una temporada muy complicada, derivada de las afecciones climáticas en la producción primaria, pero sobre todo de las inexactitudes políticas con las que nunca deja de sorprender el Gobierno que en ocho meses planteó desde la obligación de crecimiento al nueve por ciento anual, las limitaciones en los precios al productor, hasta la clausura de exportaciones por volumen o precio según se dieron los ciclos de ánimo dentro del Ministerio de Economía.
Entonces, este septiembre se inicia con un horizonte difuso en cuanto a la posibilidad de cumplimiento de compromisos internacionales, un crecimiento productivo inminente como sello primaveral y un mercado interno abarrotado de consumo, sobre todo por la inflación que le pone el freno a las compras de las amas de casa. Es así que los sueldos de los trabajadores de las industrias seguirán siendo de los más codiciados, complicando aun más las finanzas de un sector productivo que busca oxígeno en e se sentido y desde hace largo tiempo.
Todo esto se cayó como una catarata sobre la mesa de reuniones del CIL, que no sólo representa a las más grandes del mercado, sino que cuenta en su integración a industrias lácteas de menor porte, pero no por eso de menos trascendencia en sus marcas.
Fue por seguir aceptando el pago del aporte solidario que Atilra impone por empleado, de manera mensual y obligatoria que el debate se complicó el miércoles. Algo más de 1800 pesos por mes, que tendrán ahora la aplicación del 35 por ciento, con lo cual serían casi 2500 pesos los que deba pagar cada industria por empleado, haciendo a un monto enorme, tanto para los más chicos, como para aquellos con miles de contratados que hoy ven muy compleja a esta ecuación económica.
No hay motivos suficientes para seguir sosteniendo este pago, sobre el cual las firmas adheridas a Apymel están desde el año anterior acogiéndose a un recurso de amparo librado por la justicia bonaerense y no llevan a cabo estas erogaciones. En este sentido, una de las más pequeñas dentro del CIL fue la que en la reunión referida puso sus condiciones y dio media vuelta dejando el espacio institucional, por no considerarse representada. Así, el tradicional dulce de leche con nombre de santo se despidió, al menos por el momento, del Centro conducido por Miguel Paulón pero donde el verdadero peso de opinión lo tiene unos pocos. La no defensa de los derechos industriales ante el gremio de trabajadores, pero también en reiteradas veces ante las imposiciones políticas, pone en juego una estructura que tantas veces fue sólida para reclamo de productores, por ejemplo, pero hoy se desvanece ante una lucha de poderes donde gana sin mucha lucha de por medio la gremial pintada de amarillo.

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas