Yogurlac, en Las Heras, y La Alborada, en Godoy Cruz, son las únicas dos fábricas de lácteos que subsisten en la provincia.
Ciertos lácteos –como postres y yogures– producidos en Mendoza cuestan la mitad de lo que salen en supermercados y almacenes productos similares pero de marcas de primera línea nacional. Pese a la notable diferencia de precios entre unos y otros, las ventas en pymes locales son buenas, aunque bajas, especialmente por la gran publicidad con que cuentan las otras etiquetas.
Yogurlac, en Las Heras, y La Alborada, en Godoy Cruz, son las únicas dos fábricas de lácteos que subsisten en la provincia. La primera, ubicada en la avenida San Martín 331, a media cuadra del Zanjón de los Ciruelos, produce mil litros de leche por día, entre la envasada en sachet, los yogures y los postres. Su colega, que queda en Salta 854, a un par de cuadras del Ministerio de Seguridad, elabora entre 2.500 y 3.000 litros de leche en yogures, postres y dulce de leche.
Ambos dueños coincidieron en un diagnóstico: es imposible competir con primeras marcas –como La Serenísima y Sancor, por mencionar las que tienen las mayores cuotas del mercado– por la fenomenal inversión en publicidad que ellas realizan.
“En yogur en vasito casi hemos desaparecido. Nos hemos tenido que adaptar explotando otras vetas como los yogures frutados, que son los que nos distinguen”, explicó Rubén Ferrero, uno de los socios de Yogurlac. Por su parte, Valentino Cappellano, dueño de La Alborada, agregó: “La gente compra las marcas porque está muy acostumbrada y porque busca también otros agregados, como los productos para los huesos o el tránsito lento”.
No sólo publicidad
El gran flujo de dinero que las grandes marcas destinan a publicitar sus productos no es el único inconveniente que sufren las fábricas locales. La logística y la distribución pueden llegar a igualar los costos de producción.
Además de la venta al público en sus centros de producción, La Alborada consiguió colocar sus productos en los supermercados Átomo, mientras que Yogurlac sostiene un esquema de distribución en almacenes y negocios de barrio para poder vender de manera más masiva.
Pero además, en palabras de Ferrero, “producir lácteos en Mendoza es como intentar producir vino en Córdoba. Aquí todo es más caro, desde la materia prima hasta los envases”.
Los precios
La diferencia entre lo que cuesta un yogur producido en Mendoza y uno hecho en Buenos Aires es abrumadora. Mientras que un yogur de primera marca se vende en supermercados a cifras cercanas a los $6 y a $9 en mercaditos, La Alborada ofrece su pote de 160 gramos a $3 y Yogurlac a $3,50.
Por Cecilia Amadeo
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