Argentina: Lácteos La Ramada enseña el camino en la eficiencia energética

Con un procesamiento diario de 500.000 litros de leche, la planta industrial de La Ramada enclavada en Franck, se erige como un modelo de gestión productiva y empresaria de primer nivel, gracias a la tecnología disponible y al personal altamente calificado que la opera.
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Con un procesamiento diario de 500.000 litros de leche, la planta industrial de La Ramada enclavada en Franck, se erige como un modelo de gestión productiva y empresaria de primer nivel, gracias a la tecnología disponible y al personal altamente calificado que la opera. Un negocio con elevado impacto económico pero también científico, medioambiental y social.
Los orígenes de La Ramada se remontan a la década del 60, cuando Edgardo Gonella incursiona en la adquisición de tierras rurales en paralelo al avance en el rubro metalúrgico. Con casi 5000 hectáreas de campo que trabaja dentro de la provincia de Santa Fe en la actualidad, la empresa comenzó como una explotación ganadera, pero con el paso del tiempo se transformó en una explotación tambera dada la rentabilidad de la lechería décadas atrás.
De las 20 vacas de los comienzos, a las 3000 de este momento, con 4 tambos distribuidos en nuestra región y 120 familias trabajando en los mismos, La Ramada se convirtió en una empresa de prestigio y con un modelo de gestión admirable. El promedio de producción es de 32 litros por vaca, cifra que da cuenta de la calidad del proceso que adquirió una escala que motivó la industrialización de la materia prima.
La dimensión de este activo, en términos de vacas en ordeñe, personal y hectáreas de la explotación, posibilitó no depender únicamente de la venta de leche a una industria, sino comenzar a procesarla. En el seno de esta tradicional familia, se comenzó a evaluar esta alternativa en 2004, cuando se avizoró que el mejor negocio era la producción de leche en polvo.
El primer paso fue una sociedad con el Grupo Gloria que derivó en la firma Corlasa en la ciudad de Esperanza. En 2010 Gonella vende su participación para realizar su propia inversión y en 2012 se puso en marcha el proyecto Lácteos La Ramada, para comenzar la producción de leche en polvo en noviembre de 2013.
La planta de La Ramada ha sido construida con proveedores de primer nivel internacional. La tecnología para evaporación y secado estuvo a cargo de GEA, una empresa que posee aproximadamente el 45 por ciento del mercado mundial de secadores de leche. A la vez, la instancia en la cual se recibe la materia prima y el pretratamiento se realiza con equipos de Tetra Pack, también líder en su rubro.
Una fábrica flexible y moderna, con tecnología de última generación, La Ramada cuenta con un evaporador denominado de “bajos termófilos”, el primero que se instala en Argentina. Sólo un ejemplo para demostrar que la planta industrial está construida con materiales de primer nivel mundial. Pero todo este equipamiento no tiene sentido sin un recurso humano a la altura de las circunstancias.
Por caso, en el sector fabricación trabajan 21 personas, la mayoría, técnicos lácteos de la Escuela “Miguel Manfredi” de Franck, pero en la sala de control 4 de ellas son ingenieros. Hay un nivel de personal muy calificado, con un sistema informático que permite trazar la leche y las materias primas utilizadas (vitaminas, minerales, etc,). Esto es, con sólo mirar la codificación, saber todos los componentes que tiene una bolsa de leche en polvo y –lo que es aún más importante- en tan sólo 10 minutos.
“Una planta construida con tecnología de primer nivel, con recursos humanos altamente calificados y un sistema informático de avanzada, hace que esta fábrica sea flexible, económica y permita una posibilidad de desarrollo muy importante para profesionales del lugar”, destacó a El Santafesino el Lic. Francisco Mingorance, Gerente de Planta de Lácteos La Ramada.
El modelo
De los 500.000 litros que ingresan a planta a diario, 100.000 es leche que sale de los tambos propios, en tanto que los 400.000 restantes se destinan a servicio de secado, la mayoría de los cuales pertenecen a la empresa Sancor. El resto se reparte entre Dreyfus, Tregar, Adecco y Tambo Pampa.
“Esta leche no entra en el sistema de comercialización. Nosotros la recibimos, hacemos el servicio de secado y vuelve a la empresa respectiva, en distintas fracciones (bolsas de 25 kilos o cajas de 400, 500, 800 o 1000 gramos) para ser exportado y destinado al mercado local”, precisa el titular de la firma Carlos Gonella en diálogo con Producción Santafesina.
En paralelo, la leche en polvo de La Ramada se destina al mercado interno, particularmente a industriales heladeros y chocolateros, pero no se vende al consumidor final. “Esto es así porque para una comercialización en el mercado se necesita una marca y una estrategia comercial más desarrolladas. Pero sí nos hacemos fuertes en el sector industrial, con clientes como Arcor, Grido, Ferrero, entre los más importantes, con un alto puntaje en la calificación de nuestra planta por parte de ellos”, destaca.
Gonella advierte un aspecto no menor basado en la premisa de la eficiencia. La Ramada procesa 500 mil litros con 65 personas en toda la empresa, diez veces menos que otras firmas que al tener una producción mas diversificada (quesos, yogurth, leche UHT, postres lácteos, etc.) necesitan una dotación de personal mucho mayor para una captación de leche similar. “Nuestra eficiencia es mayor y podemos ser más competitivos, sumado a esto la importancia de disponer de leche propia. Esto permite, muy buena calidad y bajo precio” advierte.
Por otra parte, en términos de eficiencia, la planta tiene una relación energética muy buena. “En principio, pensamos una planta para procesar 320.000 litros de leche pero con el tiempo la inversión se extendió a 500 mil. Disponíamos del gas natural, aunque era insuficiente. Por eso se completó con el uso de una caldera a leña que tiene un costo más bajo incluso que el gas natural. Hoy operamos con 45 por ciento a leña y 55 por ciento a gas. Nos sobra capacidad de caldera a gas y por eso decidimos hacer la planta de balanceados en este mismo lugar”, argumenta el empresario sobre el nuevo proyecto.
La planta de balanceado
La última novedad de La Ramada es la construcción de una Planta de Alimentos Balanceados que tendrá una capacidad de 10 toneladas/hora en polvo y 5 tn/hora en pellets para vacunos. Según reveló Gonella esta iniciativa está motivada en la proyección del crecimiento para los próximos 10 años.
“Por un lado está relacionada al modelo productivo nuestro. Pero además con las previsiones para la próxima década: duplicar la cantidad de vacas en ordeñe manteniendo las 3000 ha. en producción (con maíz, en parte para silo y grano que será después maíz molido) y las otras 2000 con producción agrícola, básicamente soja. Una vaca con 32 litros por día de promedio, es un auto Fórmula 1 y por eso necesita una alimentación perfecta”, explica.
Otro dato relevante es que en cada establo actualmente se ordeñan 800 vacas con 17 personas. El objetivo es llegar a 1600 vacas en ordeñe con 22 personas. “Ese crecimiento previsto, es decir, 6000 vacas a 32 litros significan 190.000 litros diarios, tendrán una demanda de 3000 toneladas de balanceado por mes. Esta futura planta podrá producir 5000 tn. de balanceado por mes. Esas 2000 tn. restantes se comercializarán a productores que nos quieran entregar su leche”, estima.
En resumidas cuentas, Gonella marca varios pilares fundamentales de este emprendimiento productivo, desde la planta láctea a la futura planta de balanceado. “La eficiencia energética, muy buen nivel de profesionales, la producción primaria propia (leche y granos), un costo de recolección y distribución eficiente, y tecnología en ambas plantas para un producto de calidad, es una fórmula completa para un negocio eficiente desde una integración vertical”, razona el empresario.
Finalmente, el contexto ha sido el apropiado. “Nos encontramos con una comuna abierta a recibir inversiones y tratando de agilizar la radicación de industrias. Las autoridades locales hicieron un esfuerzo en las gestiones medioambientales. Por otro lado, la localización es muy buena, una vidriera prácticamente entre la Autovía 19 y la Ruta Provincial Nº 6. Sumado a esto la oferta de leche regional y la oferta de mano de obra, muy importante, de Franck, San Jerónimo, San Carlos y Santa Fe. Es un lugar con mucho futuro”, concluye.
www.elsantafesino.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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