Argentina: La sucesión por el trono #lechero ya está en marcha

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Luego de la muerte de Pascual Mastellone se reacomodan los lugares decisivos del mercado lechero argentino.
El fin de semana dejó una de las noticias estructurales que puede cambiar el panorama industrial de la lechería.
El fallecimiento de Pascual Mastellone, un hombre que dejó la vida en el sector, con sus puntos a favor y en contra, genera un espacio de reacomodamiento que no será menor, ni tampoco a largo plazo.
El titular de La Serenísima decidió hasta los últimos días el destino de su empresa, complicada en reiterados ejercicios por la cuestión económica. Siempre sustentada por el Gobierno Nacional, no sólo por esta gestión, La Serenísima es la gran industria, que abastece al enorme mercado porteño y bonaerense, repartiendo la gran porción de mercado general con SanCor. Pero 2013 cerró complicado, viniendo de períodos de refinanciación de deuda, con una baja de 38 millones, a pesar de la venta a Danone de otro segmento importante como la línea de leches para niños, luego del avance de los postres y yogures. Sin embargo, la menor producción, los altibajos en los precios internacionales, pero sobre todo la interferencia en las exportaciones lácteas hicieron que el primer semestre de 2014 se selle con un pasivo de 200 millones de pesos, perdiendo, tal como lo hizo su par cooperativa.
Aquí es donde el relato oficial cae por su propio peso. La crisis lechera va del tambo a la industria, pero florece positivamente en el comercio que nunca deja de perder por el ajuste inflacionario incesante.
El lugar de Don Pascual queda libre, pero no sólo en su empresa, sino en la lechería en general; y su sucesor, en cuanto a la jugada empresarial será un hombre de nuestra zona, o más estrictamente de nuestra ciudad.
Fue por la decisión de una firma con base en Rafaela, pero con otras plantas, que en mayo se congelara el precio en tres pesos. La intención de avance, de búsqueda de más materia prima es lo que vino a romper un mercado “estable”, donde una palabra bastaba para definir un trimestre, pero el contrapeso de los últimos años redibuja el mapa lechero.
La empresa tiene capitales internacionales que presionan al crecimiento, invierte y está dispuesta a comprar más, a dar un paso trascendente, justamente en el sentido que orienta hacia el lugar que deja Mastellone en el cambio de decisiones. Quien desde el silencio público busca la “corona lechera” sabe de qué se trata el negocio desde su nacimiento, conoce el peso específico de sus intenciones hoy y tiene a los funcionarios más rebeldes desde el discurso a disposición, por la influencia laboral que fue cobrando en los últimos años, entre otras variables.
La Serenísima tiene un nombre tan propio que no va a desaparecer, ni debilitarse como muchos esperan, pero sí deberá generar movimientos que reduzcan la deuda renegociada.
En medio de la crisis lechera, la desaparición de tambos, la cotización internacional con cifras que mantienen el suspenso de la recuperación, la Argentina se prepara para atravesar una primavera sufrida y encarar un año de transición política muy complejo. Mientras tanto, seguirá el reacomodamiento industrial, que bien de cerca vamos a poder ver.
Por Elida Thiery
www.diariolaopinion.com.ar

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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