El balance para los primeros seis meses de este año, con pérdidas por $96 millones y una facturación de $3.481 millones, esto es, un 24% más que la del mismo período de 2011, provocó airadas discusiones en la cúpula de La Serenísima . El rojo se atribuye a un alza generalizada de costos y en cuanto a la facturación, en términos reales, resulta igual a la de 2011, ya que la inflación (según la medición de muchas consultoras privadas) también se sitúa en torno a 24%. Pascual Mastellone confía en mejores perspectivas para el negocio de la leche en el exterior, que promete recuperación de los precios internacionales. Igual, acaba de decidir cambios en la alta dirección de su firma, indiscutida número uno. Según trascendió, Mastellone, de 83 años, está más involucrado en el manejo de La Serenísima. Y reprochó a algunos de sus ejecutivos por encaminar la empresa “hacia la cultura de las multinacionales”. Les dijo concretamente: “Somos una empresa familiar”. De todos los cambios, el más llamativo fue la salida de Ernesto Arenaza, mano derecha en los últimos años del propio Mastellone.
Por Silvia Naishtat
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