#Argentina: La realidad lechera regional muestra el retraso argentino

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Se llevó a cabo ayer en el INTA Rafaela, una nueva edición de las jornadas Forratec, que en el inicio de 2013, recorren todas las zonas productivas del país, ofreciendo temáticas aplicables a cada región, según su perfil de desarrollo.
“Una visión de los sistemas en Uruguay, Chile y Argentina” y “¿Cómo están funcionando los sistemas productivos en un escenario de mayor volatilidad?” a cargo del Med. Vet. Roberto Dunner Worner de Chile, del Ing. Gabriel Bagnato de Uruguay y los Ing. Miguel Taverna – INTA Rafaela e Ing. Santiago Fariña de Argentina, fueron los puntos desarrollados en la mañana de ayer, bajo la moderación del Ing. Alejandro Sanmartino.
El Ing. Diego Arroyo, representante técnico en la provincia de Santa Fe, explicó que desde Neuquén a Salta se recorren 17 localidades con 50 temas diversos que se van dictando a medida que progresa la agenda propuesta por la empresa, pero que también se pueden consultar en el sitio www.forratec.com.ar. Para Rafaela la elección fue un punto comparativo de la productividad lechera entre Argentina, Chile y Uruguay, para que los productores puedan tenerlos en cuenta al momento de analizar su crecimiento, “ante la decepción que los productores muestran en cuanto a lo productivo y económico, la intención fue mostrar manejos externos y motivar a los tamberos a continuar con el negocio”. Con una década de experiencia, la empresa complementa su oferta de semillas con estas capacitaciones especiales
Con una mirada de oportunidad, pero con el toque de realismo que dan las cifras económicas, así como las productivas, las jornadas de ayer aportaron puntos de vista interesantes para poder poner de relieve la calidad de la materia prima a nivel local y la capacidad de proyectarla internacionalmente.
El Ing. Fariña, comparó a la Argentina con el sistema de producción de Australia, que es más similar que el de Nueva Zelandia, ya que se da una “mayor proporción de pasto en la dieta; y menor la de concentrados”. Sin embargo, citó diferencias sustanciales en referencia a ambos países, “a nivel de negocios, se da un acceso a créditos diferente, porque allí la gente se maneja hasta con un 60 por ciento de su capital como deuda, entonces tienen ese tipo de ventajas. Además, allá los productores, los dueños de las empresas, están constantemente en el negocio. En nuestro caso hay una dispersión bastante grande, porque hay menos proporción de productores que estén ocupándose de los trabajos diarios, como ordeñar, ordenar las guacheras, tirar los boyeros eléctricos, entre otras cosas”. Es por esto que Santiago Fariña releva que “la cultura de producción lechera que hay en nuestro país no se da en el resto de América Latina”, lo cual da un valor agregado a la producción, a la calidad y al trabajo que se hace en el sector.
Sin embargo, es imposible hablar de lechería y no tocar puntos tales como los números. “Sobre la volatilidad, nadie tiene clara la futurología de hacia donde va el mercado lechero, pero lo que sí está claro es que esta situación va a continuar y que tenemos que adecuar nuestros negocios y sistemas a precios internacionales volátiles, tanto de los productos como de los insumos”. Por esta senda, los grupos Crea y el INTA están trabajando intensamente en estos temas, para “encontrarle la vuelta a todas las situaciones de los productores”, motivando a la continuidad productiva, a pesar de los embates que hacen a una realidad compleja que se traduce en destino de la producción, economía e influencia social. Es por eso que el especialista citó que “el proceso de concentración, de mayor producción entre menor cantidad de tamberos está y se da en la mayoría de los países del mundo y en el nuestro también. Las estimaciones muestran que el nivel de caída del número de productores se tiende a estabilizar un poco, pero se sigue dando, se siguen cerrando tambos”, entonces si se toman los últimos meses y se los mira a largo plazo para todo el año, “se daría un alza en la producción. Sin embargo, el problema de la lechería sigue siendo que aunque se mejore en productividad o los precios, la inflación en los costos de insumos ha sido tan alta que no se recupera el margen invertido”.
Actualmente, “la cuenca de más urgencia en la problemática lechera, en el último tiempo está en el oeste de la provincia de Buenos Aires, por la inundación, ya que desde la logística, hubo muchos productores que no pudieron remitir leche por más de una semana, por falta de estructura en los caminos, de eso en adelante se dieron problemas drásticos, con mayor consumo de reserva anticipada en primavera. Por eso el impacto de la inundación ha sido muy marcado”. Si bien en el oeste de nuestro departamento sucedió algo similar, la situación no fue tan abarcativa a nivel regional.
DESDE URUGUAY
Luego de repasar la ambición del mercado chileno, se amplió la mirada regional y fue el Ing. Bagnatto quien detalló la realidad uruguaya en lechería, con un incremento productivo muy importante en los últimos años, con mejoras en el valor de la tierra y mayor superficie dedicada a la producción. “Desde 2007, el cambio de precios internacionales para los commodities, con oscilaciones, pero muy significativo, permitió llegar a otro piso de precios, que repercutió en lo que recibe el productor uruguayo en general, porque la industria ha generado una posibilidad de trasladar hacia abajo estos beneficios económicos, que permiten que las rentas lleguen a más de 500 dólares por hectárea, lejos de los 50 dólares de años atrás, pudiendo comparar con lo que es la soja en el Uruguay”.
Con las trabas de mercado desde Argentina, el vecino país tuvo beneficios directos, como el aprovechamiento de la oportunidad de mercados como el de Brasil, pero también el traslado de tecnologías y firmas nacionales que operan de manera directa en tierras uruguayas, como es el tambo que en El Durazno abrirá la familia Bulgheroni, queriendo llegar a ser el mayor emprendimiento sectorial de ese país.
El Ing. Gabriel Bagnato comentó a La Opinión que 2012 cerró con un precio pagado al productor de 0.38 centavos de dólar, mientras que el verano ya trajo una baja estacional que llegó a 0.36 centavos, para los uruguayos en un promedio amplio. En nuestro país, con costos de producción que rondan en nuestro país los 0.30 centavos de la moneda extranjera, tal como sucede en tierras orientales, pero que con los pagos de algo más de 1,70 pesos, son sólo dos o tres centavos de dólar los que quedan en el balance económico de los tamberos.
Mientras los uruguayos saben que la lechería sigue siendo rentable a pesar del bajo margen, difiriendo de lo sucedido hasta 2010, incluso en referencia a la agricultura, el apoyo político y la idea productiva siguen firmes, para seguir ampliando horizontes en detrimento de la acción argentina en el mercado internacional.
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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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