#Argentina: La «pifiada» en la lechería

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Mientras SanCor incorporaba tecnología para el envasado de más de 800 mil litros diarios de leche especialmente tratada en su planta de Chivilcoy en el día de su 75 aniversario, la Presidente de la Nación se apoderaba del acto para hacer una de sus diversificadas exposiciones temáticas. Más allá de esa manera particular de dirigirse a la población, siempre televisivamente, la mandataria elaboraba un caudal de cifras al que no les ponía la aclaración, que posteriormente a su discurso ensayaba, citando a Arturo Jaureche quien había esbozado que “las estadísticas son un poco mentirosas”, según sus propias palabras durante el acto.
Fue una «década ganada también en la lechería», según la señora, que eludió el dato de tener actualmente la misma producción total sectorial que en 1999, pero para ella es un triunfo haber subido de siete mil millones de litros de leche en 2003 a los once mil de 2012. Como si los desastres climáticos, los desalientos, las protestas y las desinversiones no hubieran existido, se ve que desde la Casa de Gobierno no se ve claramente la cantidad de oportunidades que no se aprovechan hoy para el sector y que reclamó poder aceptarlas el presidente de SanCor, Oscar Carreras.
Pero lo que algunos funcionarios llaman realidad, en vez de parcialidad, se cimenta en cálculos extraños que la misma industria asegura como imposibles porque hoy falta leche para poder procesar de manera completa en las plantas actuales. Sin embargo, la mandataria aseguró, «si el Ministro (Norberto Yahuar) no la pifia este año vamos a llegar a 11.800 millones de litros. Porque no es casual, son políticas activas». Más allá del vocabulario lunfardo, lamentamos advertir que son los tamberos los que también coinciden con la imposibilidad de esta meta.
Seguramente la prédica granaria por los cien mil millones de toneladas ahora sume en cada discurso a los 11.800 millones de litros de leche, aunque no sean parte de la realidad.
Presente en Chivilcoy, el subsecretario de Lechería de la Nación, Jorge Videla, fue consultado por este Diario, entre otros temas, sobre el nivel de acierto en las decisiones políticas de este Gobierno en la materia. Claro que el funcionario sostiene que no hubo errores en estos años.
“Nosotros iniciamos nuestra gestión en 2009, hemos atendido a todos los actores y hemos tenido en la mesa a los trabajadores de la industria láctea, a las 17 entidades, a los gobiernos provinciales y a los referentes de la industria. Este último año ninguno de esos actores participó de nuestra mesa de trabajo, por una decisión política del Subsecretario de no convocarlos”. Hablando en tercera persona y luego pasando a la primera remarca, “no volví a conformar la mesa pero voy interactuando con cada uno de los actores, el sector cooperativo, los pequeños y medianos productores, con todos los que tienen la disposición de interactuar y trabajar para traernos sus inquietudes regionales. Estamos permanentemente en el territorio, tenemos una agenda fuerte con el sector cooperativo lácteo que está liderada por el propio Ministro. Hemos cambiado la realidad del sector de las pymes lácteas y hoy a través de Apymel han tenido un cambio importante en la cantidad de jugadores o de socios que pueden acceder al mercado internacional, que han estado participando en ferias con fondos nacionales, que se han capacitado para el mejor gerenciamiento”. Lo repite, “venimos trabajando con todos los actores que tienen la disposición de trabajar. Discutiendo y priorizando la realidad del sector, dejando de lado lo ideológico, lo político, o lo que pueda interpretarse como los que quieren que haya un total mercado liberado para el sector, o aquellos que tienen al Estado interviniendo en la cadena”.
El funcionario dice cosas que los que están en la cadena saben que no se dan, como el tema de visitar los territorios lecheros constantemente, como simple ejemplo. Quizá de tanto llamar actores a los eslabones se construye una puesta en escena particular para la reinterpretación de la Nación, pero lo justo sería estar en todos lados, hablar con todos y colaborar con cada uno que lo precise, no sólo con los condescendientes, los temerosos, o los ahogados por la situación cotidiana. Ver lo que acontece de cerca ayudaría a comprender los reclamos, a dimensionarlos justamente.
Videla habla del alto grado de informalidad de la lechería, en lo que está acertado, pero es allí precisamente donde se debiera enfocar la tarea estatal para encauzar el negocio, para darle igualdad de condiciones a todos y donde el pago por calidad de la leche y no por cantidad, que parece ahora bien encaminado quizá sea una alternativa para revalorizar la tarea productiva.
Ahora, el cordobés termina reconociendo veladamente que “hay muchos deberes para hacer, pero no dependen ni de la voluntad de un funcionario, ni de un Ministro. Dependen de la posibilidad de tener una agenda y una articulación público-privada, con actores que estén a la altura de las circunstancias y que quieran trabajar por ese mediano y largo plazo y por ese futuro mejor, específico para este país”.
Claramente, hasta que no se pueda debatir todo de frente, hasta que el Gobierno no deje de segmentar sus decisiones y al momento en el que se pueda despegar del rencor ante las críticas, el sector completo no podrá avanzar. Tiene que haber seguridades para la inversión industrial, mejores precios para los productores, condiciones reguladas para el comercio, siempre con un Estado que promueva la igualdad de oportunidades y recién allí podremos hablar de una lechería grande, importante y trascendente que pueda tener peso en el mercado internacional, de manera natural.
LA MNPL
Tomando las declaraciones presidenciales, la Mesa Nacional de Productores de Leche salió a responder, argumentando que ella está “mal informada”.
“Pareciera que no le importan los 5.000 productores que cerraron sus tambos en la última década. La producción de leche de 2011 fue de 11.206 millones de litros y, en 2012 fue de 11.338 millones de litros según informa el ministerio de Agricultura”.
“En el primer semestre de 2013 la producción disminuyó un 7,3% respecto de igual período de 2012”, según la misma fuente.
“La Argentina nunca alcanzó a producir 11.600 millones de litros, y tampoco alcanzaremos en 2013 los 11.800 millones de litros anunciados”, ya que según la FAO en los últimos 12 años, Argentina creció sólo un 8,5%, frente a cifras de dos dígitos de nuestros vecinos. “En tanto, las exportaciones argentinas de productos lácteos entre enero y julio de 2013 cayeron un 12% en volumen y un 15% en valor”.
“Las transferencias de ingresos desde los tambos al resto de la cadena lechera totalizaron U$S 2.238 millones entre 2006 y 2012, generando una fuerte descapitalización de los productores. Es inexplicable que al productor argentino le paguen un 15% menos que al de Uruguay y que, al mismo tiempo, el consumidor local tenga que comprar la leche un 20% más cara”.
“La Mesa Nacional de Productores de Leche le presentó al señor Ministro, en 2011, una propuesta para alcanzar y aún superar la producción de leche que usted anunció y evitar la desaparición de más tamberos, pero una vez más su funcionario la pifió”, concluyeron.
Por Elida Thiery (redacción LA OPINION) –

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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